La catedral San Pedro Apóstol luce imponente en medio de la ciudad que recién cumplió 485 años de fundación.
Su belleza no solo es por fuera, al recorrer su interior se respira tranquilidad y paz, los visitantes quedan maravillados con las imágenes, retablos y los recientes murales hechos por Rolando Rodríguez, más conocido como Sambo, un pintor que plasma con sentimiento y amor.
En el altar mayor resalta la imagen de San Pedro, el patrón de los sampedranos y de la diócesis que lleva su nombre. La imagen está en el centro de una hermosa pintura que retrata a los once discípulos que acompañaron a Pedro.
La diócesis en sus 58 años de existencia ha sido una iglesia local que ha vivido la comunión y participación. Está en constante camino de renovación. Luis Estévez, sacerdote diocesano.
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Es hasta el 2 de febrero de 1916 que el papa Benedicto XV crea la provincia eclesiástica de Tegucigalpa durante el episcopado de monseñor José María Martínez y Cabañas, quien fue nombrado el primer arzobispo metropolitano de Tegucigalpa.
Esta provincia quedaba constituida por la Arquidiócesis de Tegucigalpa, la Diócesis de Santa Rosa de Copán y el Vicariato Apostólico de San Pedro Sula conformado por los departamentos de Cortés, Atlántida, Colón e Islas de la Bahía. El 10 de agosto de 1924, el padre Juan Sastre es consagrado obispo convirtiéndose en el primer vicario apostólico de SPS. Estuvo al frente por más de 25 años y fue quien empezó la organización del vicariato ayudado por los padres paúles de Barcelona. Monseñor Sastre murió en SPS el 23 de marzo de 1949.
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En julio de 1963, el papa Pablo VI elevó el vicariato apostólico a diócesis haciéndole depender de la congregación para la evangelización de los pueblos, y nombró primer obispo diocesano al padre José García Díaz ordenado por el Papa.
Fue entonces que el padre Jaime Brufáu, quien era el párroco de la catedral, fue elegido vicario y estuvo al frente de la diócesis hasta el 29 de junio de 1966 en que fue consagrado obispo.
El episcopado de monseñor Brufáu ha sido el más largo de la historia sampedrana con una duración de 27 años, dos meses y seis días.
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En 1993 renuncia a su diócesis por padecer de cáncer y se encarga de ella monseñor Óscar Andrés Rodríguez hasta el 3 de febrero 1995.
El 3 de febrero de 1995, el entonces padre Ángel Garachana fue consagrado obispo de la Diócesis de SPS y su máxima preocupación ha sido la pastoral vocacional. Es el obispo que más sacerdotes hondureños ha ordenado y sigue al frente, pues aunque presentó su dimisión ante la Santa Sede como manda la ley renuncia por haber cumplido 75 años, pero a petición del papa Francisco se quedará tres años más tomando en cuenta que es el presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras.
| En el altar mayor de la catedral sampedrana está la imagen de San Pedro Apóstol en medio de una imponente pintura.
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El obispo Ángel Garachana recuerda que su primer proyecto al convertirse en obispo fue ver, escuchar, visitar, reflexionar y orar para conocer la realidad de la diócesis. “En mi primer recorrido por las parroquias iba expresando lo que captaba como más prioritario y urgente en estas palabras: “evangelización, comunión, justicia social”.
Han pasado ya 25 años y sigue apoyando las vocaciones religiosas. La diócesis tiene 36 parroquias y de una de ellas también salió el hoy obispo de Danlí, José Canales. Este día el obispo Garachana oficiará una misa solemne en honor al patrón a las 9:00 am que será transmitida por Radio Luz y redes sociales de la parroquia.
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El domingo 7 de agosto de 1949 se bendijo y colocó la primera piedra de la catedral .
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