De más de 3,000 cámaras del 911 solo 212 vigilan en Honduras; se disparan emergencias

Mientras las llamadas de hondureños no cesan en los centros de atención del Sistema Nacional de Emergencias 911, la mayoría de cámaras de video protección están inactivas. Una deuda que lleva más de siete meses con la empresa proveedora del servicio y que supera los 500 millones de lempiras mantiene casi toda la red de vigilancia inoperativa.

Según se supo, ante los elevados costos que significa mantener activo el sistema, la nueva administración se niega a renovar un contrato previamente negociado con el gobierno anterior.

El Congreso Nacional aprobó durante el mes de julio de 2021 la extensión hasta el 31 de diciembre de 2028 del contrato de vigilancia para la continuidad de servicios con la Sociedad Mercantil Dynamic Corporation, S.A. DE C.V, bajo la modalidad de adquisición directa.

LA PRENSA Premium solicitó al 911 información sobre la inoperatividad actual de cámaras y el contrato firmado entre las partes, adicional a lo adeudado; sin embargo, la estatal informó que lo requerido es confidencial y que únicamente lo pueden facilitar a los cuerpos de investigación o por orden de un juez.

Las cámaras de vigilancia comenzaron a ser desconectadas desde el 1 de septiembre y desde entonces no se ha contratado otra empresa, pues de momento es personal de Informática de Casa Presidencial el que hace lo posible por restablecer el servicio.

Una fuente del 911, que citó información proporcionada recientemente por el departamento de Control Interno y Calidad, confió a LA PRENSA Premium que de los más de 3,000 dispositivos instalados en el territorio nacional, solo unos 212 son los que funcionan, particularmente en Tegucigalpa, el resto de ciudades están prácticamente desprotegidas de la vigilancia remota.

Las cámaras del 911 son vitales para las operaciones policiales, y ante la escalada de violencia en el país, el trabajo se ve diezmado. Sí se conoció que las llamadas han fluido con normalidad. El movimiento promedio desde enero a agosto fue entre 70,000 y 79,000, dándose una leve disminución durante septiembre.

Estadísticas analizadas por LA PRENSA Premium indicaron que de enero a octubre de 2022 hubo 750,827 comunicaciones, de las cuales más de 124,000 fueron por delitos comunes, mayor a 103,000 asistencias y por encima de 88,000 relacionadas con emergencias médicas.

Los datos explorados por este rotativo indicaron que de los departamentos de Francisco Morazán y Cortés se derivó la mayoría de reportes registrados en la estatal.

Mientras tanto, un informe de la Policía Nacional contabilizó entre 2021 y octubre de 2022 un total de 87,058 los hechos vinculados en gran parte con violencia doméstica, amenazas y robos. Estos actos ocurrieron principalmente en el Distrito Central, San Pedro Sula, Choluteca, La Ceiba y Choloma.

El criminólogo Herman Vogelsang lamentó que las cámaras del 911 no funcionen, ya que esto debilita la lucha contra la criminalidad e investigación.

“Los delincuentes tienen esquemas de vigilancia y no es posible que las nuestras estén inactivas; es decir, no es que las cámaras sean la solución absoluta, pero hay otros sistemas que son electrónicos y pueden implementarse”, especificó.

El analista enfatizó que el hecho de que el país esté prácticamente sin vigilancia visual representa un escenario “peligroso” para la seguridad pública, por lo que instó a la Policía a redoblar esfuerzos con patrullajes, pues previó que se dispararán los asaltos a mano armada.

Ante la falta de actividad del 911, la municipalidad de San Pedro Sula, a través del Centro de Movilidad Urbana dispuso de 250 cámaras para monitorear la ciudad. Están instalados principalmente en el centro, en entradas y salidas, sobre todo donde hay semáforos.

“Desde mucho antes apoyamos al 911, pero ahora con más fuerza, nuestras cámaras son útiles para cualquier investigación criminal”, expuso William Velásquez, director del Centro de Movilidad Urbana Municipal.

El funcionario aseguró que la población no está desprotegida aún con las fallas presentadas por las cámaras del 911, “pues están las nuestras en puntos estratégicos y donde por una u otra razón deberán pasar vehículos, estas se ubican sobre posible rutas de escape durante cualquier actividad criminal”.

Desde el centro de monitoreo un nutrido grupo de operadores se conecta de manera directa con la Policía para coordinar acciones en caso de presentarse situaciones sospechosas.