Crisis: fallas en sistema eléctrico se dispararon 127% en abril

San Pedro Sula

Las inclemencias del tiempo continúan pasando factura al sistema de interconexión eléctrica hondureño.Las altas temperaturas y otros factores se traducen en frecuentes fallos del sistema, lo que, aunado a la antigüedad de los circuitos existentes, hablan de una crisis cuya solución exige soluciones urgentes.

En el centro de toda esta situación se encuentran la labor que desempeñan las subestaciones eléctricas, las cuales cumplen la función vital de convertir la energía de alta tensión procedentes de las fuentes de generación a niveles manejables que puedan ser conducidos a través de la red de transmisión y distribución hasta alcanzar por fin a los consumidores.

“Los transformadores que están en las subestaciones están llegando a su límite, no es que llegaron ahorita, porque todavía estamos, pero están llegando a su límite, y esa es una tarea que debió haberse hecho desde hace bastante tiempo, alrededor de unos cinco o seis años atrás, son inversiones que debieron haberse hecho a ese tiempo. Sin embargo, estas inversiones no se hicieron”, explicó en una entrevista Edgardo Portillo, subgerente de Distribución de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee).

Como reza el viejo adagio, más vale tarde que nunca y recién la semana pasada, la Enee confirmó que, en una primera etapa, y para atender la situación en el valle de Sula, una zona de alto consumo dada su población y su concentración de grandes consumidores como la industria textil, se trabaja en la construcción de tres nueva subestaciones: dos en San Pedro Sula y una en Choloma.

Pero la meta a más largo plazo contempla la ampliación de al menos una docena de subestaciones ya existentes en la zona noroccidental. Dicha inversión, que ronda entre los 2,000 millones y los 2,500 millones de lempiras, promete añadir hasta 600 megavatios (MW) a la disponibilidad de energía en el país, lo cual parece más que suficiente para suplir un déficit energético que en este momento, se calcula, oscila entre los 100 y los 150 MW.

“Las nuevas subestaciones de La Victoria en Choloma y Calpules en San Pedro Sula, nos van a permitir dar alivio de carga a toda esta zona, que está bien congestionada, y debido a la (histórica) falta de inversión ha sido difícil para esta zona asimilar nuevos proyectos de inversión”, dijo Erick Tejada, gerente de la Enee en una entrevista con ocasión del anuncio de las obras.

No obstante, el entusiasmo que suscita el anuncio, este parece desvanecerse un poco si se toma en cuenta que el contrato de construcción de las nuevas subestaciones prevé que estas estén operativas hacia el mes de marzo de 2025, es decir, hasta dentro de 22 meses.

Entre tanto, el déficit en el sistema de interconexión tiene que ser compensado desde fuentes externas, concretamente en el mercado regional de energía. Pero incluso ese sistema puede presentar fallas.

El Centro Nacional de Despacho (CND) publica mensualmente un reporte de incidencias que afectan no solo el sistema de interconexión de Honduras, sino también su relación con el sistema de interconectado regional.

Una revisión de los reportes correspondiente a este 2023, muestra un salto cuantitativo en el número de incidentes registrados durante abril en comparación con los registrados durante el primer trimestre del año.Para el caso, el informe correspondiente a enero reporta tres eventos de relevancia: dos a nivel regional y uno a nivel nacional.

También se reportan otros cuatro incidentes menores que resultaron en la desconexión de carga de por encima de los 30 MW, los cuales, combinados, suman un total de 204.09 MW desconectados, es decir, que no entraron al sistema.

El informe de febrero registra solo dos incidentes de alguna relevancia, pero estos, aunque afectaron el sistema hondureño, se originaron en otros países de la región.Con la llegada de las temperaturas veraniegas en marzo, se nota el incremento en el número de incidentes.

El informe correspondiente a este mes registra solo un evento a nivel regional, y al menos siete a nivel nacional.Pero también contabiliza 33 incidentes menores en las líneas de transmisión, los cuales atribuye a causas naturales como son: lluvias, ramas o árboles sobre las líneas o “contacto de las líneas con factores externos”, según recoge el informe.

Llegando a abril, la situación se dispara con al menos nueve incidentes a nivel regional con afectación al sistema nacional; en tanto, que el número de fallas o incidentes menores se elevaron a 75, lo que representa un incremento de 127% con respecto al número de fallas registradas en marzo, y coincidiendo con el aumento de la demanda a causa de las altas temperaturas registradas durante ese mes.

Otra consecuencia de la situación provocada por las altas temperaturas ha sido el retroceso de la generación a partir de fuentes renovables.“En estos días, por ejemplo, el eólico, que tiene 220 megavatios solo le genera el 1% de toda la energía, porque entre más calor hace hay menos viento”, dice José Manuel Arriaga Yacamán, exgerente de la Enee, quien añade que “las hidroeléctricas ahorita andan por el 2% y las hidroeléctricas de paso hay una gran cantidad. Pero con estos veranos el aporte de ellos es bien bajo, igual que el aporte del eólico”.

Estas estimaciones coinciden con las cifras que ofrece el CND, el cual indica que, durante el mes de marzo, la generación térmica, aunque solo representa poco más del 30% de la capacidad de generación instalada en el país, generó casi la mitad de la energía producida durante ese mes (48.8%) del total.

Expertos en asuntos energéticos como el economista Kevin Rodríguez señala que “todavía se depende mucho de la generación térmica”, por lo que es razonable concluir que ese será un factor decisivo a la hora revisar las tarifas de energía.

Por otra parte, si se toman en cuenta los planes del gobierno como la Ley de Justicia Tributaria que, entre otras cosas, pretende eliminar los exoneraciones a la importación de combustibles, dará pie a una situación en la que los generadores privados térmicos verán incrementarse sus costos, aumento que resulta previsible, trasladarán a la Enee, que a su vez lo trasladará a los abonados vía tarifas más altas.

El impacto que producen los apagones en la vida diaria de los hondureños es complejo y tiene diferentes aristas. Rodríguez ofrece un cálculo de que las pérdidas que dejan los constantes cortes de energía son de una magnitud que varía entre los 4,000 y los 8,000 millones de lempiras anuales.

Esto tiene un efecto directo sobre el nivel de competitividad del país y sobre sus perspectivas de atraer inversión y crear nuevos puestos de trabajo, una perspectiva que dada la situación del país, este no puede darse el lujo de perder.