26/04/2024
12:56 AM

Promesa

    Nuestra historia diaria está llena de promesas, muchas de ellas con aviesas intenciones que quedan al descubierto logrado los objetivos. Otros reflejan sinceridad y buena voluntad, pero elementos ajenos impiden su cumplimiento por lo que se debilita la confianza en quienes prometen y luego no es que no quieran, sino que se ven obligados a incumplir. El movimiento de los precios al alza es propio de la temporada navideña que, con un generalizado consumismo, tiene como epílogo la “cuesta de enero” colmada de lamentos, pero se sube. Para darnos, con toda la buena voluntad, un alegrón para estos días los vendedores prometieron mantener los precios, pero ellos son solo intermediarios en la cadena en cuyos extremos se hallan los productores y surtidores, ambos en condiciones favorables debido a mayor demanda por el pasajero aumento de capacidad adquisitiva de los consumidores.

    Aconsejar discernir bien entre lo importantes y lo accesorio es una tarea de ilusionistas, pues algunos tienen de sobra y la mayoría, con las necesidades diarias tocando puertas, se da algún “gustazo” propio de estos días que cree conveniente, aunque el trancazo vendrá después. Pero eso es otro cantar. La prevalencia de la demanda empuja con fuerza y si a ello, por motivos reales o inventados, se retrae la oferta está todo listo para el alza que irá en retroceso en la medida en que se debilite la capacidad adquisitiva.

    La Dirección de Protección al Consumidor de la Secretaría de Desarrollo Económico anunció operativos para verificar los precios, lo cual puede ilusionar, pero la realidad es que los aumentos comenzaron hace unas semanas y seguirán en los próximos días empujados por mayor disponibilidad de recursos en quienes reciben el aguinaldo.

    Así explicaba la situación un locatario del mercado Dandy: “Nosotros no quisiéramos vender más caro porque igual el cliente no lleva la misma cantidad, pero hay muchos factores que intervienen y nosotros necesitamos cubrir gastos y deudas”. Lapidaria expresión evidenciando las dificultades de los vendedores, pues en la medida en que van al alza los precios, los clientes compran menos. No ajusta es la expresión popular del diario vivir en numerosas familias sin empleo y, por tanto, sin ingreso estable. Más que importante es no confundir lo decisivo y lo atractivo, pues de esto último se presenta masivamente en esta temporada por ello muy inteligentemente precisamos inclinarnos con sensatez por cuanto tiene sentido en la vida familiar y personal, de manera que comprendamos que no espera el día después, en todo momento como gran desafío para la supervivencia tarea personal imprescindible de la que hemos de despojar la embrutecedora y demagogia, arma habitual desde el poder, cualquiera que sea su naturaleza.