03/05/2024
12:33 AM

Pasaportes

    “Lo caido, caido”, así, sin acento, se escucha a Cantinflas mientras recoge la limosna entre los feligreses que están en misa. Y así ha sido la explicación inmediata a los hondureños que pagaron para la renovación del pasaporte con el sistema de consulados móviles, pero “neles pasteles”. Al reclamo de la devolución de lo pagado el pronunciamiento dogmático fue determinante. “El dinero que se paga a la Tesorería General de la República no puede salir... Estamos viendo con ellos si puede haber una modalidad de reembolso”, explicó el vicecanciller de Asuntos Consulares.

    Si no puede salir el dinero no es el peor de los males y perjuicios, puesto que está claro, ayer y hoy, que la Tesorería se maneja con las puras manos, aquellas que marcan el interés del gobierno, es decir, del partido que llegó al poder. Y aunque esto puede ser calificado de nimiedad, cantidad en centavos comparado con los millones y millones que arrastra la corrupción, el daño hecho a unos 2,000 hondureños que viven en Estados Unidos es demoledor, puesto que sin pasaporte carecen de identidad en el ámbito internacional.

    Las reclamaciones van más allá, puesto que 14 consulados de la Unión Americana han exigido a la Secretaría de Relaciones Exteriores explicaciones, puesto que el Instituto Nacional de Migración se comprometió a informar sobre los ingresos generados en los consulados móviles, lo que no ha hecho la nutrida comisión que viajó a ciudades donde no hay sedes consulares para facilitar la adquisición de pasaporte a los hondureños que viven en esos lugares. La chispa del comportamiento poco transparente prendió fuego porque no pocos que pagaron el costo del documento internacional de identificación no han recibido atención después de varios meses ni saben a quién dirigirse porque la gestión quedó al margen de los centros consulares y todo se manejó, preparó, desarrolló y finalización por parte del INM.

    Hay un precedente claro y aunque se trate de mejorar la imagen el temor cunde entre los hondureños en Estados Unidos con la prueba piloto que la Cancillería desarrollará en el mes de mayo en Los Ángeles, pues el pago anticipado no garantiza la entrega del pasaporte tal y como ha ocurrido con la delegación viajera del INM. La atención a los emigrantes hondureños no llega a niveles elementales con graves perjuicios para quienes dejaron el país, la mayoría obligados por la inseguridad y el desempleo. Una mínima parte con el respaldo de becas o ayudas, pero todos experimentan las enormes deficiencias en los servicios consulares a los que ahora se suma la ola de los “móviles” que mantienen en el limbo a miles de hondureños. Es necesario una solución favorable que no es otra que citas inmediatas para entrega del pasaporte.