29/04/2024
12:34 AM

 La Unah y sus desafíos

    Las nuevas autoridades que ahora tienen a su cargo la administración del alma mater deben comprender que tienen por delante complejas problemáticas que requieren dedicación exclusiva, vocación de servicio, capacidad ejecutiva y talento creativo para dinamizar a la institución fundada por iniciativa pública-privada por el presidente Juan Lindo y el sacerdote José Trinidad Reyes en 1847.

    Las irregularidades que han prevalecido hasta ahora, tales como los incrementos salariales selectivos al margen del contrato colectivo, la contratación de docentes atendiendo a criterios de parentesco y amistad, sin someterse a examen previo que constate los requisitos indispensables de formación pedagógica, títulos académicos debidamente acreditados y aportes investigativos, deben ser eliminadas en bien de la credibilidad y prestigio de la llamada máxima casa de estudios. Los centros regionales se encuentran en evidente y creciente deterioro tanto en sus instalaciones físicas y bienes patrimoniales como en la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, especial, pero no únicamente el Centro Universitario del Litoral Atlántico (Curla).

    El personal administrativo supernumerario debe cesar en sus funciones, ya que el pago de salarios y viáticos constituye una carga onerosa en el presupuesto anual que otorga el Estado, que no cumple con el mandato constitucional del 6% anual.

    La deuda acumulada con el Inpreunah debe ser cancelada, ya que ha crecido de manera peligrosa para el pago de pensiones y jubilaciones del personal que ha cumplido su ciclo laboral.

    Los laboratorios y bibliotecas deben merecer especial prioridad a fin de contribuir de manera más dinámica con la labor docente e investigativa, esencial en toda universidad. Debe combinarse la enseñanza presencial con la virtual, particularmente cuando ocurren paros y tomas de las instalaciones, retardando el normal desempeño de actividades, provocando que haya descendido la matrícula al optar tanto estudiantes como padres de familia transferirse a universidades privadas, cuando cuentan con suficiente capacidad económica para financiar los costos.

    La Unah debe evitar la creciente y evidente politización partidaria de carácter sectario, que milita en contra de la libertad de cátedra y opinión. El dogmatismo y el adoctrinamiento ideológico representan la visión unilateral, simplista del análisis y estudio de nuestra dramática realidad nacional, al igual que la percepción del mundo y de la vida.

    No debe encerrarse en sí misma, por cuanto está integrada en la sociedad, de la cual no está al margen, por lo que debe ofrecer propuestas concretas de abordaje y posible solución a nuestra ingente y compleja realidad social y económica.

    Son nuestros impuestos los que permiten, año con año, su relativa estabilidad y crecimiento, que obviamente, no es el óptimo. Otorguemos el beneficio de la duda a los nuevos cuadros directivos, recordándoles que son servidores públicos que deben actuar, en todo momento y circunstancia, con probidad y transparencia en su desempeño.