27/04/2024
04:53 PM

IHSS a quirófano

    Salud, educación, seguridad y empleo debieran haber sido desde el primer día de la administración las prioridades reales, no retóricas, las columnas sobre las cuales desarrollar una gestión efectiva de gobierno para el presente con ruta de éxito hacia el futuro. Pero no, se acumulan las emergencias, las intervenciones las tomas de decisiones a la carrera para atender el hoy con miopía en el mañana.

    A los graves y complejos problemas del sistema de salud pública se suma la situación en el Instituto Hondureño de Seguridad Social que parecía haber superado la tormenta de la corrupción y del saqueo. Pero no, ahora es que el colapso financiero amenaza la institución sostenida por trabajadores, empresarios y teóricamente el gobierno al que se le reclama el pago de la cuota patronal y de la deuda histórica porque los aportantes del IHSS debieran estar respaldados eficientemente por la responsabilidad compartida del Estado.

    La afiliación directa el año pasado se acercaba a las 800 mil personas de cuya aportación se benefician hijos menores de edad, padres, por el contrato colectivo, compañeros, jubilados y pensionados. Echen cálculos e imagínense esa marea humana hacia el Hospital Escuela, San Felipe, Mario Rivas...

    Casi nada, pero ya ven, declararon inconstitucional la Ley Marco del Sistema de Protección Social. No hay puente hacia otro marco jurídico que genere un ambiente de confianza en el IHSS. Si algo llegó al Congreso, como comentan fuentes cercanas, reposa el sueño de los justos porque las cosas de palacio van despacio con el agravamiento evidente de la atención a los derechohabientes, a los beneficiarios, a los jubilados, a pensionados e incapacitados.

    Los más benévolos insisten en la necesidad de aprobar a la brevedad el nuevo instrumento legal para el que se logró consenso entre las partes. Pero no, el señalamiento directo es hacia la Secretaría de Desarrollo Social, Sedesol, desde donde además saldrán otras leyes complementarias. Y a esa labor señalamos el debate y aprobación del Congreso Nacional. Ojalá haya tiempo para atender el colapso, ingresar al quirófano para la delicada cirugía que necesitará el IHSS e iniciar su recuperación y sanar.

    No podemos perder las esperanzas porque no es la primera vez que se escuchó la alarma que despertó iniciativas, controló temporalmente ambiciones y la institución funcionó, aunque renqueando.

    Esta misma semana comenzamos esta columna con “¡qué casualidad!”, expresión muy propia para intentar contrarrestar informaciones. Y como dicen las abuelas “no se consuela quien no quiere”, el director regional del norte del Seguro anuncia el inicio, en unos meses, de la construcción de la torre hospitalaria con tecnología punta en San Pedro Sula. De momento, a penar por escasez de personal, medicinas, mora quirúrgica, equipo, e instalaciones.