San Pedro Sula, Honduras
Nuestro país ha sido uno de los primeros en presentar su solidaridad y ofrecer ayuda al Gobierno del país hermano, Guatemala, para realizar labores de rescate y atención a la población damnificada con la erupción del Volcán de Fuego, la más violenta de los últimos años, que sorprendió en una extensa área rural en tres departamentos y afectó el tráfico áereo en el principal aeropuerto donde se suspendieron operaciones de llegada y de partida. Las columnas de vapor y ceniza cubrieron numerosos poblados mientras el río de lava arrasaba campos.
Las imágenes proporcionadas por los medios resultaron de impacto por el estado de las personas, adultos y niños, que lograron escapar al gran peligro del fenómeno natural que ha cobrado, cifra provisional, cerca de treinta vidas, aunque se teme que puede elevarse el número a medida que se desarrollen las tareas de rescate de aquellas personas que han quedado atrapadas en ranchos y haciendas.
Desde un primer momento, como también lo hicieron El Salvador y México, el presidente Juan Orlando escribió en su cuenta de Twitter: “Nuestra solidaridad con el pueblo de Guatemala por la reciente erupción del Volcán de Fuego. Ponemos a su disposición equipo Katrachos Usar, Unidad Humanitaria de Rescate de FF AA y 4 albergues móviles de Copeco para apoyar en labores de protección de la ciudadaníae_SDRq. También el director de la Comisión Permanente de Contingencias ofreció la colaboración a la espera del llamado que pueda hacer el gobierno del vecino país.
Aunque la actividad volcánica concluyó, el estado de calamidad en la región se mantiene para poder agilizar recursos, desplazar organismos para atender la emergencia colectiva, pues a la actividad volcánica hay que sumar los deslizamientos a cuyo paso quedaron sepultados poblados. No es tiempo de señalamientos de hechos, como relatos periodísticos, sino de acciones en un trágico escenario donde cada acto oportuno de solidaridad es una victoria por la vida que anónimamente se va escribiendo con valentía, coraje y profesionalismo en la zona de desastre.
Y tras las 16 horas de actividad, la preocupación y tensión aumenta, pues hay posibilidades, señalan las autoridades, de que el volcán vuelva a mostrar su poder de destrucción, de manera que la prevención no solo para estos días o semanas, sino como agenda del Gobierno guatemalteco para todas aquellas personas que viven y trabajan en la zona bajo amenaza permanente del Volcán de Fuego.
