26/07/2024
08:20 PM

Empleo

    En el Instituto de Acceso a la Información Pública se pueden confirmar numerosas sorpresas por abismales diferencias en el ámbito salarial y eso entre quienes tienen empleo y el consecuente pago mensual o quincenal porque hacer la comparación con los ingresos de los desempleados es como bajar al infierno en cuya puerta se lee, según Dante en la Divina Comedia: “Perded toda esperanza los que entráis”.

    Hay un clamor generalizado en que se incluyen quienes confiaron en las primeras acciones laborales, cuya frustración va abriendo camino a la exigencia de la creación de oportunidades de trabajo “digno y sostenible”. En estos primeros meses del año la mira se hallaba puesta con cierto optimismo en la recuperación del empleo por hora durante estos días de vacaciones como necesidad para atender la demanda en los centros turísticos y de recreación.

    Pero no. El tema del empleo con la urgencia necesaria y sin urgencia no se halla en la agenda del Congreso ni del Ejecutivo, así es que a seguir enfilando hacia el norte porque la necesidad de trabajar y la inseguridad empujan fuerte para abandonar el país. La Centrales obreras reconocen que el desempleo ha aumentado y “falta un verdadero programa de creación de empleo con retención y que sea sostenible en el tiempo”.

    La vía del diálogo es el camino necesario para llegar a la meta y abrir las puertas a la confianza y la esperanza de una vida mejor en todos, pero muy particularmente en los jóvenes que se sienten generación perdida por la escasez en las oportunidades de empleo y los altos riesgos en sus vidas por la violencia.

    También el sector empresarial ha insistido en la urgente prioridad de crear en el ámbito laboral oportunidades para lo que se presentó el “pacto por el empleo”, pero no ha tenido respuesta ni siquiera un “recibido” como paso previo para concretar fechas, integrar equipos y proporcionar una luz en horizonte individual, familiar y de la economía nacional con signos de desaceleración.

    En las celebraciones litúrgicas de la Semana Mayor en la Iglesia Católica también se escuchó el mensaje en favor de quienes sufren el día el gran sacrificio derivado de la “situación de desempleo”. Es “necesario construir fuentes de trabajo para que los jóvenes vean que no hay necesidad de salir, sino que hay esperanza en Honduras”.

    Para unos y otros la respuesta ha sido elocuente, silencio o como dice el habla popular “no se escucha, padre”. Claro que si observamos salarios superiores a doscientos o trescientos mil lempiras mensuales caemos como Condorito, de espalda. Pero es la burocracia y “quien reparte y comparte se queda con la mayor parte”, aunque no de lo suyo, sino de lo nuestro.