Los testimonios de personas adultas que hasta ahora permanecían en condición de analfabetas al no contar con acceso a la educación formal en su niñez y juventud, por diversas razones, son conmovedores.
Gracias a los programas alfabetizadores de la Secretaría de Educación, incluido el Yo sí puedo, coordinado por docentes cubanos, merced al convenio suscrito entre ambos gobiernos, ya tres municipios han sido oficialmente declarados libres de la ignorancia, vale decir que la totalidad de sus pobladores ya son capaces de leer y escribir. Ellos son: Ilama y San Vicente Centenario en el departamento de Santa Bárbara, y Santa María del Real en Olancho.
Ahora hace falta la creación de bibliotecas públicas y la distribución gratuita de libros, folletos, revistas para que las y los hoy alfabetizados no reviertan a la anterior condición de analfabetas por desuso, al no poner en práctica la lecto-escritura en sus actividades cotidianas.
La empresa estatal de telecomunicaciones, Hondutel, por su parte, aprovechando la generosidad del inmigrante sudafricano radicado en Estados Unidos, Elon Musk, -hoy por hoy el hombre más rico del mundo-, está instalando internet satelital, con acceso gratuito, que beneficiará a escuelas y hospitales públicos.
Las escuelas de la región oriental del país, especialmente, disponen de poco o nulo acceso a internet.
Oficialmente, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), el actual índice de analfabetismo alcanza al menos el 12% del total poblacional, cifra aún elevada, que gradualmente se ha ido reduciendo gracias a iniciativas estatales y privadas, entre ellas las Escuelas Radiofónicas Suyapa, auspiciadas por la Iglesia Católica, con excelentes resultados.
Las campañas alfabetizadoras deben incluir aquellas orientadas a compatriotas cuya lengua materna no es el español, lo que implica contar con el número suficiente de maestros y maestras debidamente capacitados para tal efecto, meta que todavía acusa déficit en recurso humano docente.
Más de 269 niños indígenas y afro-hondureños requieren clases en sus lenguas nativas, pero se carece de suficientes maestras (os) diestros en la metodología requerida.
En Centroamérica, Costa Rica y ahora El Salvador se han posesionado a la vanguardia regional en materia de tecnologías de la información.
Honduras debe evitar ir quedando a la zaga en tan vital herramienta comunicacional y para ello hay que dar los pasos que sean necesarios para mantenernos en el camino.
