San Pedro Sula, Honduras
Sobre los tres peajes de San Pedro Sula se puede escribir su historia y, aludiendo al poeta, en una lágrima, pues transcurrieron años y sus ingresos permanentemente fueron el blanco directo de las demandas contra la Municipalidad o la ocasión de meter la mano en arca abierta, de manera que el objetivo de disponer de recursos para el mantenimiento de los bulevares de ingreso y salida de la ciudad, orgullo en última década del siglo pasado, y ampliar o renovar la infraestructura vial de la Capital Industrial del país se convirtió en quimera, las cuentas quedaban en rojo y casi ni para el autosostenimiento daba el pago por la salida de la ciudad.
Las obras en ejecución y las ya ejecutadas en la infraestructura vial son financiadas por los ingresos en los tres peajes, la tasa del Siglo XXI y otros ingresos municipales que, de acuerdo con la política del gobierno local, son los que sostienen y financian los cambios que se están produciendo para el mejormiento de la calidad de vida de los sampedranos, cuyo dolor de cabeza diario, hace unos años, eran los desplazamiento en vehículo por las rutas más transitadas, inalterables por más de dos décadas, tiempo durante el cual la ciudad desbordó en un desarrollo urbano no siempre controlado y un crecimiento poblacional, superando los cálculos y previsiones.
El Plan de Desarrollo Urbano para los próximo 25 años podrá recuperar aquellas rutas de crecimiento que dieron, justamente, a la ciudad el calificativo de progresista, emprededora y laboriosa, de manera que con visión inteligente y decisiones sostenibles pueda alzar la bandera de la competitividad y rescatar el orgullo de ser la urbe que más crece de México a Colombia. No será solo la infraestructura vial, sino el plan integral, de manera que el orden y la seguridad sean poderoso incentivo para la inversión.
Sobre los tres peajes, cuya funcionalidad en horas “pico” sigue siendo un dolor de cabeza para miles de conductores, se elabora una iniciativa que refrenda la labor de la administración municipal para descongestionar la circulación y eliminar los atascos con equipo moderno y agilidad en su uso; pero mientras eso llega surge una solución temporal, algo es algo: “Se están haciendo los estudios del impacto legal, técnico y económico que tendrá la ciudad”. Así se expresaba el alcade Armando Calidonio al referirse a liberar del pago en horas de mayor tráfico en la mañana, a mediodía y en la tarde.
Buena noticia que no debe quedar en alegrón, pues al ahorro del pago en efectivo se suma lo más importante, menor consumo de combustible, eliminación de tiempo perdido en la espera y descenso del estrés de estar en fila a vuelta de rueda.
