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Aguinaldo sedante

  • 28 abril 2017 /

Se corre la cortina y aparece el recibo del mes con nuevas cantidades “por arte de magia” no producto del consumo real.

    Como acto de magia al más alto nivel con utilización de una fórmula, cuyos elementos son presentados por la parte interesada, la empresa eléctrica, con ingredientes de estudiado y calculado marketing para que el porrazo duela y suene menos, prepara un “golpecito” a través del cálculo en el consumo para el sector residencial. Según lo que se avizora, la factura mensual va a estar marcada por la mayor pagada durante los últimos once meses, es decir que cuando llegue el frío, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica echará la mirada hacia el verano con los aires acondicionados a todo vapor.

    No está mal el ingenio, por lo menos para ellos, pero lo más maravilloso es la explicación y justificación de la medida con derivación de la responsabilidad del descalabro de la empresa hacia los abonados, no ejecutivos y empleados, gobiernos y políticos, ladrones de electricidad y morosos. Ahora resulta que quienes consumen y pagan son los responsables del déficit y por ello habrá que incrementar, con ingenio eso sí, las tarifas para que cuanto más duela mayor sea la preocupación por el ahorro. No es criterio o apreciación nuestra, pues desde la fuente oficial se confirma, “es una medida enfocada a orientar a los abonados y las empresas ahorrar energía”.

    Lo que la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica, (CREE) presenta como un beneficio para los abonados mediante el hábito personal, familiar o en las empresas del ahorro se convierten también en un atraco, pues la Enee facturará energía no consumida que es similar a aquello con lo que durante años nos han bombardeado, “no se paga el costo real de la energía” a lo que le está saliendo un gemelo o mellizo “no se paga el consumo real de la energía”. He aquí lo que fue publicado en la diario oficial: “El precio de la potencia de todas las tarifas que incluyan tal precio se aplicará a las de mayor de las dos potencias siguientes, la demanda máxima registrada en el mes o el 85% de la demanda máxima más alta registrada durante los 11 meses anteriores”.

    Se corre la cortina y aparece el recibo del mes con nuevas cantidades “por arte de magia” no producto del consumo real. Y eso que ya están soñando con la disminución de pérdidas, el gran agujero negro de la ENEE.. “Para 2017, se prevé cerrar en 26.30%, en 2018 en 20.83%, en 2019 en 16.60% y en 2020 en 13.69%. De 2021 a 2023 las pérdidas se deben mantener en 13.81%” explica una fuente oficial de la empresa que maneja la concesión.

    En el tiempo de la bonanza petrolera, drenaje de nuestra economía, se apelaba al ajuste por combustible, ahora, imposible de justificar, se buscan no los tres sino los quince pies de un solo gato, para aumentar los ingresos como se hacía en los nefastos tiempos de la sonrisa ante el hurto y robo de energía. En diciembre se prepara porque el aguinaldo es un buen sedante.