27/04/2024
11:14 PM

'El mejor lugar para invertir”

Cárdenas coincidió conmigo que había que aceptar que La Ceiba es una ciudad de servicios, entre los cuales se incluye el turismo.

Juan Ramón Martínez

La última vez que visité La Ceiba me atendieron, entre otros, dos empresarios: Denis Quezada y Edison Cárdenas. El primero me mostró el crecimiento de la ciudad y me refirió las dificultades para la expansión física, en vista del ánimo especulativo de los dueños de las tierras que limitan los espacios de expansión de la ciudad. Y el otro, en una larga cena de comida peruana, me demostró que Honduras – de acuerdo con su experiencia en varios países de América del Sur, incluido su propio país, el Perú – es el mejor lugar para hacer inversiones, con todo y los problemas que crea una política fiscal sin compensación y una burocracia sustractiva que, en su ansiedad, no tiene limitación.

Con ejemplos muy precisos y en un lenguaje sencillo para mi comprensión, me comprobó – con datos puntuales – que en ningún país de América del Sur, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, se dan las condiciones para hacer inversiones, en tan buenas condiciones, como en Honduras. Previo a la cena con deliciosa comida peruana, me hizo otra vez, una gira para mostrarme la ciudad, a fin de que constatara cómo las áreas vivas de crecimiento del pasado están dañadas. Y las nuevas que se han desplazado con nuevos inversores. Y qué es lo que se debe hacer para nivelar las cosas, reactivando aquellas y apoyando a estas en un plano de equidad económica inevitable.

Cárdenas coincidió conmigo que había que aceptar que La Ceiba es una ciudad de servicios, entre los cuales se incluye el turismo. Y que, de repente, después de resolver el problema de la energía eléctrica y reordenar las finanzas municipales – un verdadero desastre que el alcalde Sabio no ha podido resolver totalmente – era necesario enfrentar cosas pequeñas: concluir la nueva ruta de ingreso de La Ceiba, la calle 8, me dijo, y sacar el presidio del barrio Inglés, logrando así que los empresarios, de nuevo vuelvan a creer en las posibilidades de hacer negocios en la ciudad.

Confieso que me convenció. Pude apreciar la potencialidad de la ciudad, así como también ver sus limitaciones de expansión física, si no se declaran las tierras que impiden el crecimiento de la ciudad de utilidad pública, para que funcione el mercado de tierras y la inversión tenga espacios para establecerse.

Al final, casi al frente de la casa en donde estaba hospedado, me dijo que necesitaba información. Cuando le pedí más precisión, me señaló: “Queremos saber cuál es el PIB de La Ceiba”. Mirándome a los ojos me pidió – cosa que no he hecho por compromisos inevitables – que le consiguiera esa información, para que los ceibeños puedan de nuevo creer que se pueden hacer negocios en La Ceiba. Y que en Honduras, como lo acaba de decir el presidente Hernández en San Pedro Sula, es el mejor lugar para invertir. Con todos y los problemas que provoca la información negativa, el pesimismo que se ha apropiado de muchos y la inconsciencia de algunos burócratas, aquí me ratificó que es el mejor lugar para hacer inversiones.
Y dijo, con fortaleza, “no regreso al Perú. No hay mejor lugar que Honduras para invertir. Palabra que sí”, finalizó.