Por William K. Rashbaum/The New York Times International
Parece ser que en Nueva York, las cinco familias de la mafia aún tienen algunos ases bajo la manga.
Eso se hizo evidente el 23 de octubre, cuando funcionarios federales y locales anunciaron cargos contra un diverso grupo de gángsters de cuatro de las familias, entre ellos líderes, miembros y asociados, al señalar que supervisaban un complejo esquema para manipular partidas de póquer ilegales que recaudaban millones de dólares.
Las víctimas fueron atraídas a las mesas de altas apuestas con la presencia de astros y ex estrellas de la NBA, dijeron funcionarios.
Aunque el dominio total de la mafia en un sinfín de industrias, desde la construcción y transporte de carga hasta el control de los muelles y el distrito de la moda, es cosa del pasado, el crimen organizado permanece activo, aunque menos visible, de acuerdo con investigadores y ex investigadores. Su presencia es quizás más vibrante en el área metropolitana de Nueva York.
Esta obstinada resistencia continúa, pese a más de cuatro décadas de agresivas investigaciones y juicios que han diezmado el liderazgo de las cinco familias y asegurado millas de condenas, señalan.
El FBI alerta que La Cosa Nostra sigue activa en Nueva York
La mafia italiana, conocida como La Cosa Nostra, “está viviendo y coleando en el área de la Ciudad de Nueva York, sólo cambiaron algunas de sus formas de operar”, declaró Mike Mullahy , supervisor del FBI e investigador veterano de la mafia.
La presentación de cargos para el caso de póquer fue abierta junto con un caso no relacionado en el que no estaba involucrada la mafia, en el que se acusaba a tres jugadores y entrenadores actuales y pasados de la NBA y otros tres hombres de estafar a apostadores ya firmas de apuestas en línea por millones de dólares.
En el caso sobre póquer, los fiscales presentaron cargos contra 32 hombres, al acusar a 11 de ellos de ser líderes, miembros o asociados de las familias Genovese, Gambino, Bonanno y Lucchese.
Las apuestas ilegales han sido un lucrativo elemento básico de la mafia, con sus delitos relacionados de usura y extorsión, y aún son una importante fuente de ingresos para las cinco familias, dijeron los investigadores.
Con los años, la mafia ha seguido operando en segundo plano al tiempo que las prioridades de impartición de justicia han cambiado a otros rubros —al terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre y, recientemente, a hacer cumplir las leyes migratorias bajo la Administración Trump.
“Tras haber investigado de primera mano a estas familias durante 15 años, puedo decirte que en realidad nunca desaparecen”, dijo Seamus McElearney , un agente jubilado del FBI. “Se adaptan y encuentran formas de sacar provecho”.
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