A pesar de ganar 123 millones de dólares en la lotería, tener una casa con su propio lago, andar en un Jaguar y un Porsche, Neil Trotter asegura que no esperaba que la vida de millonario “sea aburrida”.
En el 2014 Trotter se ganó el premio mayor de la Euromillones (lotería europea) y aunque realizó muchos cambios en su vida, aún no se acostumbra a no trabajar.
“Pasar de tener que trabajar a no tener que trabajar más, fue algo bastante extraño adaptarse. Pronto descubrí que estar sentado en casa viendo la tele todo el día era bastante aburrido”, dijo al Mirror.
Así cambio su vida. En el 2014 Neil tuvo una extraña premonición sobre su fortuna, lo que lo llevó a decirle al personal de la oficina de su padre el día de su victoria que “mañana a esta hora” sería millonario.
Solo unas horas más tarde, Euromillones le informó que ganó 107 millones, 932 mil 603 libras esterlinas (unos 123 millones de dólares), lo que lo convirtió en el cuarto ganador de lotería más grande del país en ese momento.
El primer consejo que le dieron fue que no comprara nada por un tiempo e hizo todo lo contrario. Compró una mansión catalogada como Grado II que cuenta con 400 acres de tierra y tiene su propio lago. Luego cambió su Ford Focus por un Jaguar y un Porsche y renunció a su trabajo como mecánico en el taller de su papá.
“Solía decirle a mi papá que tendría una casa con un lago, y él decía: ‘¡En tus sueños, hijo!, contó. “Ganar me permitió volver a mi primer amor: las carreras. Y tengo la casa con un lago.
