Ciudad de México, México.
La ciudad de México se viste de fiesta para celebrar el Día de Muertos con una explosión de colores, sabores y aromas los días 1 y 2 de noviembre.
Coloridas ofrendas con las tradicionales flores de cempasuchitl visten de color naranja los escenarios por los que pasean las elegantes Catrinas, o calaveras, que representan a la muerte.
“Que tenemos la creencia de que estos días regresan y conviven con nosotros. Es por eso que en la ofrenda se pone la comida que les gustaba, se pone agua, cigarros, tequila, lo típico de México, para que ellos vengan, coman de lo que les dejamos y se vayan', dijo vox pop 1.
Se trata de un particular culto a la muerte, que atrae la atención internacional. Una tradición de origen prehispánico que nada tiene que ver con el miedo o la tristeza, sino con la alegríadel reencuentro con los espíritus de los seres queridos.
“Todos tenemos a alguien a quién festejar afortunadamente o desafortunadamente”, añadió vox pop 2.
Las ofrendas se montan tanto en casas como en panteones. Algunas trascienden al arte espacios públicos, como la muestra anual de la Universidad Nacional, que
este año se dedicó al pintor mexicano Rufino Tamayo.
Por un par de días, los mexicanos se alegran con la visita de quienes ya se han marchado de este mundo, hasta que llegue la hora de reencontrarse después de su propia muerte. Texto, foto y video de AFP.
La ciudad de México se viste de fiesta para celebrar el Día de Muertos con una explosión de colores, sabores y aromas los días 1 y 2 de noviembre.
Coloridas ofrendas con las tradicionales flores de cempasuchitl visten de color naranja los escenarios por los que pasean las elegantes Catrinas, o calaveras, que representan a la muerte.
“Que tenemos la creencia de que estos días regresan y conviven con nosotros. Es por eso que en la ofrenda se pone la comida que les gustaba, se pone agua, cigarros, tequila, lo típico de México, para que ellos vengan, coman de lo que les dejamos y se vayan', dijo vox pop 1.
Se trata de un particular culto a la muerte, que atrae la atención internacional. Una tradición de origen prehispánico que nada tiene que ver con el miedo o la tristeza, sino con la alegríadel reencuentro con los espíritus de los seres queridos.
“Todos tenemos a alguien a quién festejar afortunadamente o desafortunadamente”, añadió vox pop 2.
Por un par de días, los mexicanos se alegran con la visita de quienes ya se han marchado de este mundo, hasta que llegue la hora de reencontrarse después de su propia muerte. Texto, foto y video de AFP.
| Foto AFP.
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