Adele Dunlap, una mujer nativa de Nueva Jersey considerada la persona más vieja de Estados Unidos murió esta semana a los 114 años de edad.
Su deceso ocurre apenas dos meses después de su cumpleaños 114, celebrado junto al personal del hogar de ancianos en el que residía desde que tenía 99 años.
En una entrevista telefónica, su hijo Earl Dunlap Jr. dijo que Adele tenía “amigos y muchas actividades; el único problema fue que la mayoría de sus amigos comenzaron a morir”.
El hijo relató que visitaba a su madre semanalmente y le contaba las últimas noticias familiares, pero que en el último año había perdido gran parte de su audición por lo que, últimamente, no podían hacer otra cosa que sentarse juntos.
El hijo describe a Adele como una mujer a quien le era fácil hacer amigos, le gustaba conversar y era muy estricta con sus hijos para que hicieran los deberes escolares.
Dunlap nació el 12 de diciembre de 1902, trabajó como maestra de escuela, tuvo tres hijos y se casó con Earl Dunlap, un agente de seguros que falleció en 1963.
Además de dos de sus hijos, a Adele le sobreviven seis nietos, 15 bisnietos y tres tataranietos.
