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Babel bajo el mar: 50 submarinos rodean la península coreana

  • 29 abril 2017 /

El sumergible de propulsión nuclear USS Michigan arribó el martes al puerto de Busan, en el sureste de Corea del Sur.

    Redacción.

    Ante las continúas provocaciones de Kim Jong-un, Estados Unidos envío la semana pasada un submarino nuclear a la península de Corea para que se sume a las próximas maniobras con su portaaviones Carl Vinson, en lo que pretende ser una muestra de fuerza ante el desafío planteado por Pyongyang con sus continuas pruebas de armas.

    El sumergible de propulsión nuclear USS Michigan arribó el martes al puerto de Busan, en el sureste de Corea del Sur.

    “El submarino dedicará la jornada a labores de aprovisionamiento y logística antes de unirse a las maniobras que el Carl Vinson y la marina surcoreana tienen previsto realizar hacia final de semana en el Mar del Este (nombre que se la da en Corea al Mar de Japón)”, según detalló el portavoz. Según la web de las fuerzas submarinas del Pacífico de la marina estadounidense, el USS Michigan está equipado con más de 150 misiles. Estos artefactos son capaces de realizar ataques de precisión contra las instalaciones nucleares norcoreanas.

    Sin embargo, Estados Unidos no es el único país instalado en la península coreana. Según medios japoneses, más de 50 submarinos de Japón, China, Rusia y Corea del Sur se encuentran en los alrededores de Corea del Norte en “exhibición de músculo militar”.

    EUA lanzó un misil interoceánico como una prueba.

    “Hay una babel cerca de las costas de las dos Coreas. Y los países cuyas naves están allí no siempre han tenido relaciones amistosas”, señala el medio nipón, citado por ‘Rossíyskaya Gazeta’.

    “Esta es la razón por la que varios expertos en materia militar consideran que, periódicamente, estos países van a provocarse mutuamente, de manera que aumentará aún más la tensión”.

    Según expertos japoneses, 20 de esos submarinos habrían sido enviados por China con el objetivo de vigilar las posibles maniobras que tanto el portaviones USS Carl Vinson como otros buques estadounidenses y japoneses están realizando en la zona.

    Por su parte, autoridades estadounidenses han asegurado que están listos para atacar con misiles las instalaciones nucleares de Corea del Norte en caso de que sea necesario.

    Por su parte, Corea del Norte cuenta con 70 sumergibles estacionados en sus aguas, listos para responder ante cualquier agresión. A este tenso panorama se suma la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un decida realizar su sexta prueba nuclear.

    Fotografías tomadas recientemente por satélite muestran actividad en el centro de pruebas atómicas de Punggye-ri, en el noreste del país asiático, que hace diez días exhibió en un gran desfile militar lo que parecen ser nuevos misiles balísticos intercontinentales.

    Pyongyang , que sueña con construir un misil nuclear capaz de llegar al continente americano, ha llevado a cabo dos ensayos de misiles este mes. Las tensiones se han intensificado en los últimos días, con intercambio de amenazas entre Pyongyang y Washington

    El sumergible de propulsión nuclear USS Michigan arribó el martes al puerto de Busan, en el sureste de Corea del Sur.

    El periódico Rodong Sinmun, portavoz del partido en el poder, alertó sobre las consecuencias funestas de un posible ataque preventivo llevado a cabo por Estados Unidos.

    Esto provocaría una “de las sanciones más brutales (...) por tierra, mar y aire, viniendo de las profundidades del agua sin advertencia previa”. “Si EUA y los belicistas se lanzan a realizar un ataque preventivo imprudente, llevaremos a cabo el más brutal de los castigos”, clamó el principal diario del régimen Juch.

    Trump y numerosos responsables de su administración han advertido a Corea del Norte de que todas las opciones están “sobre la mesa” para poner freno a los programas nucleares y balísticos norcoreanos, incluida la opción militar.

    El presidente estadounidense consideró que el Consejo de Seguridad de la ONU debería “estar preparado” para imponer nuevas sanciones a Pyongyang. Por su parte, Naciones Unidas ya ha impuesto seis series de sanciones a Corea del Norte.

    Y, mientras el presidente de EUA, Donald Trump -cuya Administración ha insinuado la posibilidad de atacar de manera preventiva a Corea del Norte- ha endurecido desde su llegada su dialéctica, Pyongyang no se ha quedado atrás y ha amenazado con responder a cualquier ataque con su arsenal atómico.

    Por su parte, los representantes de Japón, Corea del Sur y EUA en las negociaciones para la desnuclearización de la península coreana pidieron, durante una reunión celebrada en Tokio, a China que intensifique su presión sobre Corea del Norte con vistas a frenar sus programas armamentísticos.

    La insistencia de la comunidad internacional para que Pekín, principal socio de Pyongyang, se muestre más severo parece estar dando ciertos frutos, al menos a la hora de dirigirse públicamente a su impredecible vecino.

    El ejemplo lo puso el diario oficial chino Global Times, que animó a Corea del Norte a “dar un paso atrás” y advirtió de que si “lleva a cabo su sexta prueba nuclear como se espera, es más probable que nunca que la situación llegue a un punto de no retorno”. EFE