MONTEVIDEO.
Uruguay celebrará elecciones presidenciales este día para buscar al sucesor del presidente de izquierda Tabaré Vázquez, en comicios en los que la ciudadanía deberá además pronunciarse sobre una reforma de seguridad que crea una guardia militarizada. No hay un claro ganador de las elecciones que casi seguro derivarán en una segunda vuelta presidencial el 24 de noviembre y un Parlamento sin mayorías absolutas.
Las últimas encuestas coinciden en ampliar la ventaja de Daniel Martínez, candidato oficialista (Frente Amplio (FA), izquierda), sobre su más que probable rival en la segunda vuelta, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional centroderecha); pero la incertidumbre sobre el reparto de votos entre los demás aspirantes hace que sea imprevisible saber si en noviembre cambiará el signo del Gobierno.
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Todas sitúan a Martínez con una intención de voto de al menos el 40% y con más de 11 puntos de ventaja sobre el principal opositor, algo que en otros países, como Argentina o Bolivia, significaría la victoria en primera vuelta.
Sin embargo, en Uruguay se precisa superar el 50% para proclamarse presidente en esa instancia. El escalón aparece, sin duda, en los siguientes candidatos, ya que el mejor situado, Ernesto Talvi, del Partido Colorado (PC, centroderecha), sumaría en el mejor de los casos un 15.8 % de apoyo y el exmilitar Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto (derecha), obtendría un arco del 9.5 al 12.5%. Con este panorama parece difícil que este domingo Uruguay resuelva la incógnita sobre cuál de las 11 fórmulas presidenciales que se presentan será la elegida para relevar a Vázquez para el período 2020-2025.
Unos 2.7 millones de ciudadanos están llamados de manera obligatoria a las urnas para elegir, además de su próximo gobernante, la composición del Parlamento (99 diputados y 30 senadores).
