Despedir el año viejo y recibir el nuevo quemando monigotes es una tradición que combina el ingenio y la mofa hacia personajes públicos nacionales e internacionales.
Este año los protagonistas están ligados al fútbol y la política. El gran villano es el árbitro salvadoreño Iván Barton, abucheado y despreciado por los hondureños por su bochornoso papel en el partido entre México y Honduras en la vuelta de los cuartos de final de la Concacaf Nations League, luego de favorecer a la selección azteca en reiteradas ocasiones.
Además de él, el polémico comentarista de fútbol David Faitelson también tendrá su monigote en estas fiestas.
Asimismo, la pareja presidencial hondureña compuesta por la presidenta Xiomara Castro y su esposo Manuel Zelaya fueron fuente de inspiración para los creativos hondureños.
Luis Lagos, microempresario y artista, es uno de los cientos de capitalinos que cada año mantiene viva la tradición de crear las emblemáticas figuras que pese al prohibición de pólvora, proliferan en barrios y colonias del municipio.
“Cada año viejo que hacemos en la mueblería San José de la salida al sur tiene un mensaje, se preguntarán ¿por qué Mel y Xiomara?, pues tienen muchas deudas en estos dos años de gobierno”, detalló.
De acuerdo con Lagos, la crítica no es para obtener regalías o bonos y el mensaje que manda, con todo respeto, es para que los gobernantes generen mayor flujo de trabajo y préstamos a bajo interés para los micro empresarios.
Con el objetivo de despedir las malas experiencias, Julio César es otro capitalino que desde hace 17 años lleva cabo el rito de “quemar” figuras emblemáticas, para este año los elegidos fueron el árbitro que “atentó” contra la “H” para favorecer al cuadro azteca.
Ordenanza
Hay que resaltar que entre la prohibición por la venta, quema y distribución de pólvora, crear los “años viejos” no es prohibido en el municipio.
Josué Esperanza, portavoz de la Policía Municipal, aclaró que los muñecos están permitidos y la ordenanza antipólvora no los incluye. Sin embargo, recordó que lo que sí es prohibido es llenarlos con productos elaborados con pólvora y si encuentran uno, decomisarán solo la pólvora y no el año viejo. Aunque no hay una fecha exacta del inicio de la tradición en Honduras, de acuerdo con el historiador Daniel Vásquez, la quema del año viejo data desde finales del siglo XIX en Latinoamérica.
“Hay registros de Guayaquil, Ecuador, y es una tradición colonial similar a los nacimientos o quema de cohetes”, explicó.