Tegucigalpa, Honduras.
La defensa del exvicepresidente del desaparecido Consejo de la Judicatura del Poder Judicial Teodoro Bonilla, quien compareció ayer en audiencia preliminar, propuso llegar a una conciliación, pero la Fiscalía la rechazó.
El exfuncionario es acusado por el Ministerio Público de tráfico de influencias en el caso Shalom, en el que estaban acusados algunos parientes suyos.
En la acusación se establece que Bonilla contactó a dos juezas con jurisdicción nacional para que emitieran una resolución favorable a sus parientes. Las conversaciones fueron grabadas y reveladas durante el proceso judicial que se le ha seguido a Bonilla.
A pesar de que se había anunciado que no estaría en la audiencia, Teodoro Bonilla llegó a los juzgados y al salir de la audiencia aseguró que se siente tranquilo y rechazó las acusaciones que le hace la Fiscalía.
Al saber que el MP se negó a una conciliación, Bonilla dijo que será en el juicio oral y público en que se conocerá la verdad de lo sucedido.
El exfuncionario, beneficiado con la medida de arresto domiciliario, aseguró que en sus 17 años de laborar en el Poder Judicial “nunca me aproveché de la Judicatura”. La resolución de la audiencia se estará conociendo el próximo miércoles.
