27/04/2024
08:16 PM

INE: En 211,000 hogares de Honduras se vive en hacinamiento

Según el informe, habitantes de más de 179,000 viviendas a nivel nacional se alumbran con vela, candiles, lámparas de gas y ocote.

    San Pedro Sula, Honduras.

    En unos 211,000 hogares de Honduras se vive en condición de hacinamiento, revela la última Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples 2018 elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

    Según indican los resultados del informe, estiman que hay 2.1 millones (2,128,919) viviendas en el país.

    Además, el documento detalla que en estas casas se albergan 2,152,827 hogares conformados por nueve millones (9,023,838) de personas.

    En promedio, hay unas 4.2 personas por hogar.

    “La cantidad de personas que integran los hogares rurales es mayor a la de los hogares urbanos (4.4 y 4.0 personas respectivamente)”, se explica en el informe.

    Del total de viviendas, el 56.7% se encuentra en el área urbana.



    Sin espacio

    Según describe el INE, los 2.1 millones de viviendas del país tienen en promedio 3.1 piezas, de las cuales se utilizan aproximadamente 1.9 piezas para dormir.

    “Definido el hacinamiento como la existencia de más de tres personas por pieza en una vivienda, se observa que el 9.8% de los hogares hondureños presentan dicha situación”, indica el INE.

    En el reporte también se especifica que “este es un problema de los hogares pobres; pues existe una diferencia significativa entre el 20% de los hogares con menores ingresos y el 20% con mayores ingresos. La tasa de hacinamiento es de 18.4% para el primer quintil y se va reduciendo significativamente hasta llegar a 0.9% en el quintil más alto”, afirma el INE en su informe.

    La encuesta evidencia que el nivel educativo del jefe del hogar influye para que haya o no hacinamiento.

    “Los resultados obtenidos en esta última encuesta de hogares, muestran que el hacinamiento es mayor cuando el jefe del hogar no tiene ningún nivel educativo (13%), se reduce en los hogares en los que el jefe logra el nivel secundario (5.5%) y es mucho menor cuando cuenta con educación superior (0.1%)”, se expone en el documento.



    Ni lo básico

    En la era digital, muchos pensarían que el acceso a internet y la tecnología están al alcance de todos, pero la realidad es otra.

    Por ejemplo, a nivel nacional hay unas 179,674 viviendas en las que usan velas, candiles, lámparas de gas y ocote para la iluminación, ya que en estas no hay ni siquiera acceso al servicio de energía eléctrica.

    El porcentaje más alto de casas en las que se usan estos medios para el alumbrado está en el área rural, donde 15% de hogares aún dependen de estos utensilios, por no tener servicio público ni privado de electricidad.

    Muy diferente es la situación en el área urbana, donde el acceso a este servicio es una característica predominantemente, ya que el 98.7% de las viviendas de esta zona tienen cobertura por el sistema público de electricidad.

    El INE dio a conocer que 52,504 hogares del país son iluminados solo con velas, 56,682 con lámparas de gas, 38,944 con ocote y 31,544 con otros métodos. Un dato que llama la atención, es que en Honduras hay 67,539 en los que se usa la energía solar para la iluminación.



    Insalubridad

    Algunas cifras muestran la precaria situación en la que están miles de hogares en el país.

    En el territorio hondureño todavía hay unas 133,423 viviendas en las que aún no se tiene ningún medio para la eliminación de excretas, revela el estudio.

    “En Honduras el 12.3% de las viviendas no cuentan con un servicio adecuado de agua. En el área urbana, el 94.1% de las viviendas cuentan con este servicio”, señala el INE.

    En el documento se agrega que: “aun con un 79.8% de acceso a servicio de agua en el área rural, es preocupante el 5.7% que utiliza agua proveniente de ríos, quebradas, lagunas, entre otras fuentes naturales”.

    Además, la Encuesta Permanente de Hogares 2018, expone que el 9.6% de las viviendas de Honduras no cuentan con un sistema de saneamiento adecuado.

    “Esta proporción es mayor en el área rural (13.7%) debido a que, en su mayoría, las viviendas rurales utilizan letrinas con pozo simple y otras adolecen de alguna forma de eliminación de excretas”, dice el informe.

    El INE apunta que el uso de inodoro conectado a alcantarilla es predominantemente urbano: el 63.7% de las viviendas tienen este sistema de saneamiento, sobresaliendo San Pedro Sula con 84.5%, y el Distrito Central con el 79.9%.

    La encuesta permite saber que en el área rural lo más común es que las viviendas cuentan con letrinas con cierre hidráulico (44.6%), seguido por las casas sin ningún tipo de sistema de eliminación de excretas (12.9%) y letrinas con pozo negro o simple (7.8%).

    Los resultados de la encuesta demuestran que existe relación entre el acceso a saneamiento básico, el nivel educativo del jefe del hogar y el quintil de ingreso del hogar; puesto que el 14.9% de los hogares cuyo jefe no tiene ningún nivel educativo no tiene sistema de eliminación de excretas y el 8.7% tiene letrina con pozo negro o simple.

    Es decir, casi la mitad de hogares cuyo jefe no tiene ningún tipo de educación formal no hay un sistema de saneamiento adecuado.

    El INE hace notar que es diferente la situación en los hogares en que su jefe de familia tiene educación superior, pues en 80.9% de esas viviendas hay inodoro conectado a alcantarilla.

    “De igual manera el 17.4% de los hogares en el primer quintil (20% más pobre) no tiene sistema de eliminación de excretas y un 8.9% tiene letrina con pozo simple; mientras que el 68.8% de los hogares en el último quintil (20% más rico) tienen inodoro conectado a red de alcantarilla y un 21.8% lo tienen conectado a pozo séptico”, dice el informe.

    Salud infantil

    El estudio del INE hace reflexión sobre la influencia que tienen las condiciones de vida en la salud.

    “Algunas variables de interés que proporcionan información significativa y que puede compararse por área de residencia, son las que determinan el acceso que tiene la población a los servicios básicos de agua potable, saneamiento básico y energía eléctrica. Los mismos reflejan gran importancia por su estrecha relación con las condiciones de vida y con la salud de la población, sobre todo la salud infantil”, se apunta en el documento.