Las expectativas por la llegada de Enrique Peña Nieto se incrementan por las connotaciones económicas y comerciales que pueden derivarse de ella, sobre todo cuando el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, expuso la semana pasada que entre los asuntos que abordará con el mandatario mexicano estarán el comercio y la energía.
Los números de la balanza son negativos para Honduras. Sin embargo, la brecha disminuyó desde la entrada en vigor del tratado de libre comercio con México el primero de enero de 2013.
El informe Memoria 2013, publicado por el Banco Central de Honduras (BCH), establece que el déficit comercial al cierre de 2013 fue de $386.4 millones.
Este valor fue 7.02% inferior a lo registrado en 2012 ($415.6 millones) y mayor en 8.9% que lo contabilizado en el año 2011, cuando fue de $354.9 millones.
Al desglosar esos números, las importaciones hondureñas registraron en 2013 unos $523.6 millones, lo que significó un descenso de $14.4 millones de lo anotado en 2012 y un aumento de $16.3 millones en relación con 2011.
Entretanto, la capacidad exportadora a México ha mostrado un incremento casi consecutivo en los últimos cinco años.
El mayor repunte ocurrió el año pasado con $137.2 millones, una cifra mayor que los $122.4 millones contabilizados en 2012, que los $133.9 millones en 2011, que los $88.0 millones en 2010 y que los $51.1 millones en el año 2009.
Agro y maquila
El crecimiento promedio de las exportaciones hondureñas desde 2009 hasta 2013 fue de 168.5%. No obstante, los envíos representaron en la última década un alza de 243%.
Entre algunos productos hondureños que cobraron fuerza en el mercado mexicano tras la entrada en vigor del TLC están el aceite de palma, el camarón, la tilapia, el café y un poco el azúcar.
La maquila, denominada formalmente bienes para transformación en los informes del BCH, a septiembre de 2013 registró $41.5 millones por exportaciones contra $22 millones por importaciones.
En este caso, la diferencia es positiva en $19.5 millones para Honduras en ese período.
Dicho informe no detalla cuáles fueron los bienes enviados; sin embargo, entre los recibidos sobresalen las telas, los hilos y componentes para la elaboración de arneses. En 2012, Honduras importó hilo y tela cortada.
En los años anteriores, el sector maquila reportó superávit comercial con México.
Para el caso, en 2012 este sector generó $51.6 millones contra $35.4 millones que se pagaron por importaciones; en 2011 registró 50.3 millones en exportaciones contra $24 millones por importaciones, y en 2010 Honduras incrementó $38.4 millones contra $31.6 millones que se enviaron a México.
El panorama
Para crear y facilitar las relaciones entre las empresas mexicanas instaladas en Honduras y las nacionales, el sector privado instaló la Cámara Empresarial Honduras-México.
Daniel Aguilar, vicepresidente de dicha institución y presidente regional de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), explica que Honduras está en desventaja a pesar de que “el año pasado se desarrollaron un par de encuentros entre empresarios de San Pedro Sula que viajaron en febrero a Mérida y Campeche, y un grupo de mexicanos hacia acá.
Todavía no podemos contabilizar algo, pero ya se hizo el primer acercamiento de ese tipo. Había representantes de maquila, industriales en acero y alimentos enlatados y de aquí para allá fueron fabricantes de muebles, textiles (...). Hay una fuerte inversión en Campeche y Mérida del mismo grupo Karims que está aquí”.
Entre las observaciones del empresario están la falta de fluidez del transporte entre ambos países. No obstante, la Cámara y el Consulado de México definen un plan prioritario para resolver ese problema.
Un aspecto no menor que se debe considerar también es la carencia de capacidad de producción, lo que no permite cumplir las demandas de México, cuyo mercado incluye más de 100 millones de habitantes.
“Son necesarias las capacitaciones para cumplir y certificar nuestras empresas y así puedan entrar en un mercado mucho más exigente que el nuestro”.
Para contrarrestar esas debilidades se contempla la asociación de las pequeñas empresas para alcanzar la cobertura de los pedidos solicitados.
Un objetivo por lograr, según Aguilar, es profesionalizarlas para que respondan positivamente a los requisitos y normas exigidas por México.
“Otro punto que no permite más aprovechamiento del TLC es que nuestras industrias apenas están desarrollándose. A la gente le da miedo ir a ofrecer a un mercado tan grande por la inversión que eso conlleva”, concluye el empresario.