El Gobierno se llamó ayer al silencio sobre la versión de la salida del director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla.
Fuentes informaron el viernes sobre un altercado que habría tenido Bonilla con el nuevo ministro de Seguridad, Arturo Corrales.
Según los informes, las fricciones originadas entre ambos funcionarios habrían sido el detonante de la salida del director policial, quien habría reaccionado molesto luego de un encuentro entre Corrales y unos 90 policías que desde hace un año no tienen asignación. La reunión no habría sido vista con buenos ojos por Bonilla al considerar que no es competencia de un ministro de Seguridad desconocer el mando vertical en la estructura de la Policía Nacional.
Ayer se intentó la comunicación con el titular de Seguridad para confirmar el extremo, pero no hubo respuesta en su aparato celular. También se buscó obtener una reacción sobre el particular de las autoridades del Poder Ejecutivo, por medio de la Secretaría de Comunicaciones, pero no contestaron.
Tampoco reaccionaron los mandos intermedios de la Secretaría de Seguridad debido a las órdenes del ministro Corrales de negar cualquier tipo de información a los medios de comunicación si no es por medio de comunicados de prensa.
