El desplazamiento forzado generado por la violencia en Honduras impacta “severamente” a los indígenas y afrohondureños, grupos que presentaron 202 quejas desde 2016 ante el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), informó este jueves el organismo hondureño.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora el 9 de agosto, la titular del Conadeh, Blanca Izaguirre, dijo que los indígenas y afrohondureños enfrentan “una situación crítica” en el país debido a la “desprotección de sus derechos sobre sus tierras y los actos de violencia” que sufren por reivindicar sus derechos en un “contexto de impunidad y falta de acceso a la justicia”.
En un comunicado del organismo, Izaguirre hizo un llamado a las autoridades y la sociedad para apoyar y acompañar la lucha por “el respeto, la dignidad y el bienestar” de los pueblos originarios.
Parte de esa violencia se ve reflejada en las 202 quejas presentadas por personas de grupos indígenas y afrohondureños entre 2016 y mayo de 2024 ante el Conadeh, señaló.
Izaguirre enfatizó que los indígenas continúan siendo “víctimas de racismo, discriminación y desigualdad en el acceso a derechos como la salud, la educación” y, además, enfrentan “graves desafíos por la falta de protección sobre el derecho a sus territorios y recursos naturales”.
Riesgo de desplazarse
Según el organismo de derechos humanos, el 55 % de las denuncias fueron presentadas por hombres y el 45 % por mujeres en riesgo o víctimas de desplazamiento forzado.
Detalló además que el 57 % de las personas que denunciaron indicó estar en riesgo de desplazarse y un 43 % fueron víctimas de desplazamiento.
El Conadeh enfatizó que los miskitos son el grupo más afectado por el desaplazamiento forzado, con el 76 % de los casos, seguido de garífunas (negros), con el 17 % y lencas (5 %).
El 60 % de las víctimas denunció ser víctima de amenazas, 12 % por muerte violenta de familiares, 7 % por extorsión, 7 % por despojó de tierras, 5 % por violencia doméstica y otro 5 % por tentativa de homicidio, agregó.
Según el organismo de derechos humanos, el 55 % de los casos de indígenas y afrohondureños desplazados o en riesgo de desplazamiento, el principal responsable fueron personas desconocidas, en tanto que 24 % son conocidos, 12 % la pareja, 7 % maras y pandillas, y 2 % el crimen organizado.
La representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Honduras, Kathryn Lo, dijo que la existencia de los pueblos indígenas y afrohondureños es “amenazada” por el desplazamiento forzado, un fenómeno que “impacta sus derechos individuales y colectivos, genera el desarraigo y despojo del territorio”.
Agregó que la Ley de Prevención, Atención y Protección de las Personas Desplazadas Internamente por la Violencia, aprobada en 2022 por el Parlamento hondureño, es un “marco crucial” para proteger sus derechos, preservar su identidad y cultura, y garantizar su permanencia en el territorio. EFE
