30/04/2024
08:20 AM

'Con el 70% disminuirá cantidad de reprobados”: Marlon Escoto

El secretario de Educación asegura que el nuevo índice de aprobación hará que el aprendizaje sea más completo y no se limite a un examen escrito.

La consigna no es que pasen como sea, sino que los estudiantes aprendan realmente. Cambiar aprobar por aprender. A esa convicción se aferra el ministro de Educación, Marlon Escoto, y por ello la nueva medida de que los estudiantes aprueben las clases con 70% no dará marcha atrás.

Esto implicará, explicó el ministro en entrevista con LA PRENSA, que los maestros inviertan más tiempo en la preparación de clases, pero mejorará la calidad educativa en todo el sistema nacional. El anuncio no ha sido bien recibido por un sector del gremio magisterial.

“Los jóvenes que tienen promedios mayores a 70% sabrán que tienen un desafío mayor, que es elevar ese índice. El 70% moverá a los buenos estudiantes al rango de excelente, sus metas serán más altas”, afirmó.

El martes en Consejo de Ministros se anunció la nueva forma de aprobación de materias. El ministro Escoto asegura que la medida ha tenido el visto bueno de las autoridades gubernamentales e incluso considera que “los mismos estudiantes están anuentes con el desafío”.

“Si usted quiere reactivar un sistema debe trabajar por encima de las metas que tiene, si yo soy un atleta y quiero superar los 100 metros, debo entrenarme sobre esa distancia, no puedo practicar en 20 metros y eso es lo que buscamos. Esa nomenclatura de aprobado, bueno, muy bueno y excelente la recortaremos y por desgracia, Honduras es el último país de Centroamérica en hacer ese cambio”, enfatizó.

La nueva estructura evaluativa se implementará en el 2014, pero para aquellas instituciones bilingües que inician su año lectivo en agosto de este año será vigente a partir de esa fecha.

Escoto recordó que la decisión no se aprobó en años anteriores porque “no se tomó con la seriedad debida, en el período del expresidente Ricardo Maduro estuvo cerca pero hubo oposición y no insistencia”.

“Hay muchas formas de evaluar el nivel de aprendizaje de un estudiante en todo el mundo, en Chile es de 1 a 7, en Estados Unidos es de A a C y aquí es porcentual, pero si traducimos todos estos métodos, al final veremos que todos dan como nota mínima un 70%”.

Otra de las ventajas, que según Escoto tiene esta norma, es que evitará el “negocio del fracaso”, pues aparte que reducirá la reprobación, la materia reprobada ya no será reforzada por el mismo profesor que la imparte evitando el pago de tutorías.

Reacción

Directores de centros educativos en San Pedro Sula se han pronunciado en contra del nuevo sistema porque consideran “incorrecta la forma de pedir a los estudiantes del país que rindan mejor en sus estudios”.

Hilder Batiz, director del instituto Primero de Mayo 1954, cree que antes de exigir a los estudiantes mejores calificaciones es importante verificar sus condiciones de vida por los cuales no rinden al máximo. “Hay que ver que la mala alimentación de los niños y jóvenes no les permite rendir bien. Y en esas condiciones aprueban con 60, les costará aún más 70%. Puede ser 80, 100 o 200% pero no se trata de eso”.

Seskia Caraccioli, directora del Instituto Bilingüe Centroamericano, consideró “positiva” la forma aunque admitió que “tomará tiempo para los estudiantes y padres de familia asimilar las nuevas medidas, pero creemos que cada decisión tomada por el Ministerio de Educación es con el fin de mejorar el sistema y nosotros lo acatamos”.

Al conocer la reacción de algunos directores del sector público, el ministro reaccionó convencido que “no están entendiendo las normas”.

Aclaró: “No es que pasen y punto. Al contrario, los estudios que hemos realizado nos revelan que el examen escrito es subjetivo. Los estudiantes solo se preparan para pasar el examen basado en temas que los maestros les aplican. Luego lo olvidan. Lo que hace esta nueva forma de aprobar es que garantiza que no se conformarán con estudiar para pasar, sino que tendrán diferentes métodos para aprender porque deberán ganarse 30 puntos en acumulativos, 40 por trabajo en el aula y 30 que deben asignarse en la clase.

Incluso con el paso del tiempo aplicaremos la docencia desde casa, que trata que los padres de familia se involucren en la enseñanza de los muchachos de manera directa. Les pediremos sus correos, ya muchos tienen, y allí los maestros enviarán los contenidos”, sentenció el también rector de la Universidad Nacional Agraria.

“La evaluación del docente será la gran lección que queremos que ellos hagan con sus estudiantes. Los evaluamos y capacitamos con fines propositivos. Ellos evalúan y nivelan”.

Frutos positivos

Marlon Escoto, durante su visita a la Sala de Redacción de LA PRENSA, compartió durante más de cuatro horas los frutos de las reformas al sistema educativo, los planes futuros y la importancia de una mayor exigencia al gremio magisterial, entre otros temas. También participó en un videochat donde contestó preguntas de los cibernautas.

Para el funcionario, los resultados en las pruebas de aptitud de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) no determinan si el nivel del sistema educativo público está por abajo del privado porque estas preparan con “tres meses de antelación” a sus estudiantes para los temas específicos de la prueba, mientras que los egresados de instituciones públicas compiten sin esa preparación.

“No estoy en contra de las pruebas de aptitud, pero se debe aclarar el propósito de las mismas. Existen porque la universidad no tiene cupo, pero no para medir el nivel de aprendizaje”, dijo.

Escoto confiesa que, para él, la educación de hace 20 años era mejor que la actual y la causa puede ser “la falta de un buen profesor que acompañe a los estudiantes. “Solo 5% de 55 mil docentes que hay en el país tienen vocación”, sentenció. Sin embargo, vislumbra el futuro con esperanza porque “el camino que llevamos de transparencia y trabajo arduo nos colocará entre los mejores sistemas de Centroamérica, si el Estado sigue invirtiendo el 6% de su producto interno bruto en educación, podríamos ser incluso los mejores del istmo, solo debajo de Costa Rica”.

Detalló los cambios implementados en su administración que antes no se habían realizado. “Al sector privado no le exigíamos que sus maestros presentaran su formación docente. Muchos ni siquiera eran maestros. Hace poco les enviamos una circular pidiéndoles nombre y preparación. Hay padres que pagan enormes cantidades de dinero con gran sacrificio y no les está garantizada la calidad. El Estado es el que determina las normas de la educación. A las instituciones privadas solo se les da potestad para administrar, pero no de privar el derecho de ser educado de la forma correcta. No es posible que haya escuelas que no dejen hacer examen a estudiantes por falta de pago, por ejemplo”, agregó.

La reubicación de maestros fue otro de los temas que destacó. “Nos aseguramos de que el maestro se prepare, se actualice. No puede ser que haya maestros de computación e inglés. Los mismos maestros de aula tienen que aprender en el laboratorio para enseñar a sus pupilos. Con la reubicación hicimos una enorme limpieza en el sistema. Capacitaremos a los maestros, por supuesto, pero para eso realizaremos la evaluación docente”.

Al consultarle sobre la inseguridad que orilló a muchos maestros a pedir transferencia a otros centros, Escoto admitió que siempre tienen que abocarse a la Secretaría de Seguridad e intentar revertir la situación.

“Hay programas, como por ejemplo, Escuelas Seguras en Chamelecón, donde está el problema más grande, quizá de todo el país, y en Tegucigalpa también, pero nosotros vemos que hay un fenómeno que es la “convivencia” entre maestros, padres de familia, alumnos y antisociales.

No me explico por qué, pero ellos han de tener su código. Los directores han aprendido a convivir con ellos, no sé de qué manera, porque existen agresiones mínimas a los estudiantes. En las reubicaciones nos pidieron no mover a maestros de esos sectores porque hay una especie de pacto entre ellos”, finalizó.

“No me meto en política, me quedan siete meses y los aprovecharé”

Marlon Escoto no quiere desviar su atención de mejorar el sistema educativo por ninguna otra situación, incluso la política.

Al ser consultado por el rumbo que tomaría la educación el próximo año con la llegada de un nuevo ministro, aseguró que ya ha enviado invitaciones a los aspirantes a presidentes de todos los partidos políticos para que sus candidatos a secretarios de esta entidad se empapen de la tarea que deben desarrollar y que con “tanto esfuerzo ha realizado en año y medio de ser el administrador”.

“No sé por qué no se han acercado los posibles futuros ministros porque a mí me interesa que el trabajo que hemos hecho no se tire a la basura. Por eso hemos hecho el llamado en reiteradas ocasiones, pero aún no hemos recibido respuesta”, dijo. Escoto no descarta continuar al mando de la Secretaría de Educación en el próximo Gobierno si es solicitado por las autoridades electas en ese momento, pero deja claro que no servirá de promoción política para nadie y se dedicará a trabajar los siete meses que le quedan en el ministerio.

“A menos que el Presidente quiera lo contrario, terminaremos nuestro período sin otras aspiraciones. El político tradicional ya está renunciando para saltar a la otra liana de poder”. “Todos tenemos un partido político afín, pero el interés mío ahora es la educación.

Seguiría en la Secretaría si quien esté en el poder garantice la libertad de trabajo que me ha dado el Presidente”, aseveró. En el videochat de LA PRENSA le preguntaron si tenía algún interés en ser Presidente en el futuro y respondió: “Vivo el día a día. Lo que me interesa ahora es lo que me importa. Lo demás no lo pienso”.

José Antonio Alas, iIntae: “Un 70% no es lo ideal para mejor educación”

José Antonio Alas, director del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae), dijo que subir el índice de aprobación no garantizará la calidad de educación. “En nuestro país hay otros temas como la desnutrición, los índices de pobreza y la realidad socioeconómica que inciden en el bajo rendimiento de los estudiantes”.

El director considera que el ministro Escoto debe consultar al gremio magisterial las decisiones que tomará y debe socializar los proyectos que piensa emprender para conocer realmente las fortalezas, debilidades y amenazas del sistema educativo de todo el país. “Ojalá no se complique la situación”, agregó.

Angélica contreras, Idec: RESPONSABILIDAD COLECTIVA ES LA MEJOR OPCIóN

Para Angélica Contreras, directora del Instituto Departamental Evangélico Centroamericano (Idec), el óptimo rendimiento de los estudiantes no depende de 70%, sino del interés de todas las partes involucradas en la educación de los niños y jóvenes.

“Los padres deben invertir en los recursos de sus hijos. El ministro debe preocuparse por la capacitación de los maestros en todos los sectores. Esa responsabilidad colectiva es mucho más eficiente que subir un rango de aprobación que al final es una forma de volver mediocres e irresponsables a los estudiantes que creerán que pasarán fácilmente”, dijo.

Seskia Caraccioli, aNEBPH: “Adaptarse no es fácil, pero es una buena medida”

La presidenta de la Asociación Noroccidental de Escuelas Bilingües Privadas de Honduras (Anebph) y también directora del Liceo Bilingüe Centroamericano no ve con malos ojos la medida del 70%.

“Como directora considero que hará más responsables a los estudiantes porque será una exigencia mayor si se aplica como se debe. Sin duda que costará adaptarse. No es fácil, pero es una buena medida. Siempre acatamos las órdenes que vienen de la Secretaría de Educación. Es difícil para padres de familia y alumnos, pero con el tiempo se puede llegar a la meta. Creemos en las buenas acciones”.