Para prevenir la enfermedad cardiaca, es mejor actuar temprano que tarde, sugiere un estudio reciente. Eso significa que los adultos jóvenes no deben posponer el tratamiento de la hipertensión o de los niveles malsanos de colesterol.
En el estudio participaron más de 36,000 estadounidenses. Llegó a algunas conclusiones aleccionadoras sobre los adultos jóvenes que tienen hipertensión o colesterol LDL (el tipo 'malo') elevado: podrían enfrentarse a aumentos en los riesgos de enfermedad cardiaca años después, aunque logren reducir esas cifras en la mediana edad.
Los investigadores dijeron que los hallazgos sugieren que los jóvenes, y sus médicos, deben tomarse la presión arterial y el colesterol más en serio.
'Los adultos jóvenes pueden pensar que son invencibles', dijo el investigador sénior, el doctor Andrew Moran. 'Con frecuencia piensan que pueden esperar a tener más edad para hacer cambios'.
Pero su equipo encontró que cuando las personas menores de 40 años tenían un colesterol superior al normal (de a partir de 100 mg/dL), esto significaba problemas futuros. Su riesgo de al final desarrollar una enfermedad cardiaca coronaria fue un 64% más alto, en comparación con sus pares con unos niveles más bajos de LDL (colesterol de lipoproteína de baja densidad).
Y fue así independientemente de sus cifras de LDL en la mediana edad.
La enfermedad cardiaca coronaria es provocada por una acumulación de 'placas' en las arterias, y un colesterol LDL alto es uno de los principales factores contribuyentes.
El panorama fue similar respecto a la presión arterial. Cuando los adultos menores de 40 años presentaban hipertensión, tenían unas probabilidades de un 21 a un 37% más altas de desarrollar insuficiencia cardiaca unos años después.
La insuficiencia cardiaca es una afección crónica en que el músculo cardiaco se debilita de forma gradual y pierde su capacidad de bombear la sangre con eficiencia. La hipertensión es uno de los factores de riesgo importantes.
'Esto muestra que los años de la adultez temprana son importantes, sobre todo respecto al colesterol', señaló Moran, profesor asociado en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
El Dr. Samuel Gidding, director médico de la FH Foundation (dedicada a la hipercolesterolemia familiar) se mostró de acuerdo.
'Si tiene factores de riesgo, resolverlos lo ayudará a vivir más tiempo', dijo Gidding, coautor de un editorial publicado junto con el estudio.
Los cambios en el estilo de vida son clave para la gestión del LDL y la presión arterial, enfatizó Moran. Eso significa una dieta saludable, ejercicio regular, perder peso si es necesario, y no fumar. Dependiendo de qué tan altas sean sus cifras, quizá necesite medicamentos.
Gidding dijo que los jóvenes no usan los medicamentos con la suficiente frecuencia. Apuntó que, según la investigación, menos de un tercio de los estadounidenses menores de 50 años que son elegibles para un antihipertensivo en realidad lo toman.
Los nuevos hallazgos se publicaron en la edición en línea del 15 de julio de la revista Journal of the American College of Cardiology. Los resultados se basan en seis estudios anteriores con adultos de EE. UU. En total, el estudio incluyó a más de 36,000 personas a quienes típicamente se les hizo un seguimiento durante 17 años. En ese periodo, casi 9,700 personas desarrollaron una enfermedad cardiaca, y casi 2,000 sufrieron un accidente cerebrovascular (ACV).
La mayoría de los estudios no incluyeron a adultos más jóvenes. Los investigadores estimaron los niveles de presión arterial y LDL en la adultez temprana de esos participantes usando datos de estudios en que sí participaron adultos jóvenes, junto con un modelado estadístico.
El equipo de Moran encontró que, en general, la hipertensión o el colesterol alto antes de los 40 años de edad significaban un mayor riesgo de problemas cardiacos futuros, incluso cuando se tomaron en cuenta factores como fumar, el peso y la diabetes.
Y la conexión se observó independientemente de los niveles de presión arterial y LDL de las personas a una edad más avanzada.
Los hallazgos sobre el ACV fueron distintos. Las cifras de presión arterial y LDL de los adultos jóvenes no fueron factores de riesgo independientes. Pero la hipertensión después de los 40 fue un factor contribuyente importante del riesgo de ACV.
Según Moran, el mensaje es que los números de la presión arterial y el colesterol deben importarles a los adultos de todas las edades.
'No espere para hacer cambios en el estilo de vida', planteó. 'Las opciones que elige ahora importan a largo plazo'.
Pero aunque la adultez temprana es importante, eso no implica que en algún momento sea demasiado tarde para que los adultos mayores hagan cambios para mejorar.
'Eso sería una percepción errónea', añadió Moran.
Gidding se mostró de acuerdo en que 'los adultos mayores todavía pueden beneficiarse del tratamiento. Eso es lo que todos los ensayos clínicos nos muestran'.
El estudio fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Más información
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. tiene más información sobre la prevención de la enfermedad cardiaca.
Una presión arterial y un colesterol 'malo' altos también son riesgosos para los jóvenes
La enfermedad cardiaca coronaria es provocada por una acumulación de 'placas' en las arterias
- 19 jul 2019 /
Estados Unidos