Estados Unidos
La terapia de tomar una dosis baja de aspirina al día podría no tener beneficios significativos para la salud cardiaca de las personas mayores, según una investigación reciente.
El estudio, que contó con más de 14,000 personas japonesas de 60 a 85 años de edad, no encontró ninguna diferencia importante en los fallecimientos por causas cardiacas ni en los ataques cardiacos no letales y los accidentes cerebrovasculares (ACV) que se produjeron entre las personas que tomaban la aspirina y las que no.
'Eso indica que la prevención primaria con una dosis baja de aspirina al día no reduce el riesgo combinado para esa población', dijo el coautor del estudio, el Dr. Kazuyuki Shimada, del Hospital de la Universidad de Shin-Oyama en Tochigi, Japón.
A pesar de los hallazgos de este estudio, las personas deberían hablar con su médico antes de dejar de tomar aspirina como prevención de los ataques cardiacos y los ACV, afirmó el Dr. Michael Gaziano, jefe de la división de envejecimiento del Hospital Brigham and Women’s en Boston y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
'Los pacientes deben hablar sobre esto con su médico, porque creo que es difícil hacer el cálculo de los beneficios y los riesgos sin consultar a un profesional sanitario', dijo Gaziano, coautor de un comentario que acompaña al estudio publicado en línea el 17 de noviembre en la revista Journal of the American Medical Association.
Gaziano no cree que los hallazgos tengan un gran impacto en las directrices actuales estadounidenses sobre la aspirina. Esto se debe a las limitaciones del estudio y a las diferencias entre las poblaciones de Japón y de Estados Unidos, explicó.
Shimada presentó los hallazgos del estudio el lunes en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Chicago.
En el estudio, los médicos recetaron aleatoriamente una aspirina en dosis baja al día a pacientes de edad avanzada con hipertensión, colesterol alto o diabetes. Luego siguieron a los pacientes para ver si experimentaban menos ataques cardiacos o ACV que otros pacientes con un riesgo alto parecido y que no tomaban aspirinas.
Un comité de monitorización detuvo el estudio de forma temprana porque se produjo un número demasiado reducido de ataques cardiacos o ACV como para que los investigadores
hicieran observaciones estadísticamente significativas. En promedio, se siguió a los pacientes durante aproximadamente 5 años, según el estudio.
Shimada indicó en su presentación que 'la posibilidad de que la aspirina tenga un efecto beneficioso no se puede excluir', dado que el ensayo se detuvo de forma temprana.
Pero los hallazgos no mostraron ninguna diferencia significativa en los casos de muerte, ataques cardiacos y ACV en las personas que tomaron la aspirina, señaló.
Shimada añadió que parecía producirse una compensación en los riesgos: las personas que no tomaron la aspirina tenían un riesgo más alto de 'mini-ACV' y de dolor de pecho (angina), y las que tomaron la aspirina tenían más probabilidades de sufrir un sangrado peligroso.
Además, Gaziano indicó que hay diferencias importantes en las enfermedades cardiacas entre las personas que residen en Japón y las que residen en Estados Unidos.
Los japoneses 'tienden a sufrir menos ataques cardiacos y más ACV; en particular más ACV hemorrágicos [con sangrado]', comentó Gaziano. 'En este estudio sufrieron más ACV que ataques cardiacos, lo cual no es algo que se vea en una población estadounidense'.
Tomar aspirinas tiene sentido para las personas con un riesgo alto de problemas cardiacos, concluyó.
'Todas esas personas deberían tomar aspirinas a largo plazo, porque los beneficios superan a los riesgos', señaló Gaziano. 'Pero si se tiene un riesgo bajo, los beneficios de tomar aspirinas probablemente no superen a los riesgos' de sufrir más sangrados.
Hay en la actualidad 3 ensayos clínicos de gran escala con pacientes con un riesgo alto 'que nos ayudarán a encontrar un lugar adecuado en el que se puede usar la aspirina para la prevención', añadió.
El doctor Dorairaj Prabhakaran, director del Centro de Enfermedades No Contagiosas de la Public Health Foundation de India, se mostró de acuerdo con que la aspirina sigue siendo una de las medidas de prevención principales para las enfermedades cardiacas.
'La aspirina es la opción más barata y deberíamos fomentar su uso enérgicamente en las poblaciones que más se beneficiarían de ella', comentó.
La terapia de tomar una dosis baja de aspirina al día podría no tener beneficios significativos para la salud cardiaca de las personas mayores, según una investigación reciente.
El estudio, que contó con más de 14,000 personas japonesas de 60 a 85 años de edad, no encontró ninguna diferencia importante en los fallecimientos por causas cardiacas ni en los ataques cardiacos no letales y los accidentes cerebrovasculares (ACV) que se produjeron entre las personas que tomaban la aspirina y las que no.
'Eso indica que la prevención primaria con una dosis baja de aspirina al día no reduce el riesgo combinado para esa población', dijo el coautor del estudio, el Dr. Kazuyuki Shimada, del Hospital de la Universidad de Shin-Oyama en Tochigi, Japón.
A pesar de los hallazgos de este estudio, las personas deberían hablar con su médico antes de dejar de tomar aspirina como prevención de los ataques cardiacos y los ACV, afirmó el Dr. Michael Gaziano, jefe de la división de envejecimiento del Hospital Brigham and Women’s en Boston y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
'Los pacientes deben hablar sobre esto con su médico, porque creo que es difícil hacer el cálculo de los beneficios y los riesgos sin consultar a un profesional sanitario', dijo Gaziano, coautor de un comentario que acompaña al estudio publicado en línea el 17 de noviembre en la revista Journal of the American Medical Association.
Gaziano no cree que los hallazgos tengan un gran impacto en las directrices actuales estadounidenses sobre la aspirina. Esto se debe a las limitaciones del estudio y a las diferencias entre las poblaciones de Japón y de Estados Unidos, explicó.
Shimada presentó los hallazgos del estudio el lunes en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Chicago.
En el estudio, los médicos recetaron aleatoriamente una aspirina en dosis baja al día a pacientes de edad avanzada con hipertensión, colesterol alto o diabetes. Luego siguieron a los pacientes para ver si experimentaban menos ataques cardiacos o ACV que otros pacientes con un riesgo alto parecido y que no tomaban aspirinas.
Un comité de monitorización detuvo el estudio de forma temprana porque se produjo un número demasiado reducido de ataques cardiacos o ACV como para que los investigadores
hicieran observaciones estadísticamente significativas. En promedio, se siguió a los pacientes durante aproximadamente 5 años, según el estudio.
Shimada indicó en su presentación que 'la posibilidad de que la aspirina tenga un efecto beneficioso no se puede excluir', dado que el ensayo se detuvo de forma temprana.
Pero los hallazgos no mostraron ninguna diferencia significativa en los casos de muerte, ataques cardiacos y ACV en las personas que tomaron la aspirina, señaló.
Shimada añadió que parecía producirse una compensación en los riesgos: las personas que no tomaron la aspirina tenían un riesgo más alto de 'mini-ACV' y de dolor de pecho (angina), y las que tomaron la aspirina tenían más probabilidades de sufrir un sangrado peligroso.
Además, Gaziano indicó que hay diferencias importantes en las enfermedades cardiacas entre las personas que residen en Japón y las que residen en Estados Unidos.
Los japoneses 'tienden a sufrir menos ataques cardiacos y más ACV; en particular más ACV hemorrágicos [con sangrado]', comentó Gaziano. 'En este estudio sufrieron más ACV que ataques cardiacos, lo cual no es algo que se vea en una población estadounidense'.
Tomar aspirinas tiene sentido para las personas con un riesgo alto de problemas cardiacos, concluyó.
'Todas esas personas deberían tomar aspirinas a largo plazo, porque los beneficios superan a los riesgos', señaló Gaziano. 'Pero si se tiene un riesgo bajo, los beneficios de tomar aspirinas probablemente no superen a los riesgos' de sufrir más sangrados.
Hay en la actualidad 3 ensayos clínicos de gran escala con pacientes con un riesgo alto 'que nos ayudarán a encontrar un lugar adecuado en el que se puede usar la aspirina para la prevención', añadió.
El doctor Dorairaj Prabhakaran, director del Centro de Enfermedades No Contagiosas de la Public Health Foundation de India, se mostró de acuerdo con que la aspirina sigue siendo una de las medidas de prevención principales para las enfermedades cardiacas.
'La aspirina es la opción más barata y deberíamos fomentar su uso enérgicamente en las poblaciones que más se beneficiarían de ella', comentó.