San Pedro Sula, Honduras
El covid-19 se ha ensañado con el corazón de las personas que han sobrevivido a este virus, y aún el daño se extiende a algunos pacientes que no fueron hospitalizados.
Muchas personas recuperadas se sienten exhaustas durante un tiempo. No pueden lograr los niveles de esfuerzo que antes, pues el coronavirus, además de obligar al corazón a “trabajar más fuerte” debido al fallo de los pulmones, está dejando efectos cardiacos secundarios que no se manifiestan de inmediato.
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Gustavo Moncada, coordinador del Servicio de Cardiología IHSS, expresa que el virus puede provocar inflamación del músculo cardiaco “miocarditis” y esta alteración podría ser evidente en la etapa aguda de la enfermedad; pero también podría ocurrir posteriormente, de forma similar a otras virosis.
Moncada, quien también es profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), expresa que en las personas que sufren covid-19 puede presentarse una amplia gama de trastornos cardiovasculares, los más frecuentes son alteraciones en la presión arterial, la frecuencia y el ritmo cardiaco. Y quienes ya padecían del corazón ahora son más vulnerables frente al covid-19.
“Esto significa que al adquirir la infección se puede sufrir una enfermedad más grave, con mayores complicaciones, con tratamientos más complejos y costosos, ingreso a unidad de cuidados intensivos o críticos, ventilación con alto flujo o intubación endotraqueal con ventilación mecánica, desarrollo de choque y muerte. Y en caso de sobrevivir, mayor estancia hospitalaria e incapacidad por secuelas, las cuales podrían ser transitorias o permanentes”.
Los males cardiovasculares pueden ser provocados por el tabaco, diabetes, presión arterial y obesidad. También por la enfermedad de Chagas o la amíloidosis cardiaca alteraciones cardiacas. “Las manifestaciones clínicas más frecuentes son disnea de pequeños esfuerzos o en reposo; es decir, la sensación de falta de aire o fatiga fácil frente a actividades que antes se realizaban sin problema alguno.
En nuestra práctica clínica hemos visto que la disnea es mucho más frecuente en quienes han tenido compromiso pulmonar importante, por lo cual el seguimiento con el especialista (neumólogo) y un programa de rehabilitación pulmonar son valiosos”, comenta el especialista.
Otros síntomas, detalla el experto, son palpitaciones o variaciones en la velocidad de latido del corazón (arritmias). Inestabilidad en la presión arterial, especialmente descenso de esta (hipotensión arterial), es otra alteración frecuente.
Las alteraciones cardiacas posteriores a haber superado la enfermedad aguda no son exclusivas de quienes hayan sufrido enfermedad moderada o severa, pueden presentarse incluso en quienes fueron asintomáticos o con enfermedad leve, ya que el covid-19 es una virosis capaz de afectar diferentes órganos y sistemas, existen otras alteraciones posibles, a nivel neurológico, renal, piel y cabello, tejidos blandos”, manifiesta.
Extremar medidas
Expertos han descubierto que personas sin antecedentes de enfermedades al corazón pueden desarrollar problemas cardiovasculares luego de contraer el virus, y los que ya presentaban alguna patología se pueden agravar, por eso este tipo de personas deben extremar sus medidas de prevención.
“En los que ya tienen enfermedades cardiovasculares preexistentes pueden ocurrir las alteraciones antes citadas, pero, además, infarto agudo del miocardio, falla cardiaca aguda y muerte cardiaca”, expresa el especialista, quien aconseja a los hondureños vacunarse y evitar riesgos mayores o la muerte.
