Guía Médica
Madrid, España.
Puede que por ser verdes, frutas, o pequeños tengan una apariencia inofensiva, en cuanto a la cantidad de calorías se refiere, pero en realidad son alimentos muy calóricos que hay que controlar su consumo.
1.Banano
A veces pensamos que, por el mero hecho de serlo, las frutas o verduras son bajas en calorías pero algunas frutas, especialmente las tropicales, no lo son tanto, como el plátano. Con alrededor de 150 calorías por cada 100 gramos el plátano tiene un aporte calórico superior al de otras frutas, sin embargo, la cantidad de calorías ingeridas por pieza de fruta son similares entre el plátano (que pesa alrededor de 150 g.) y, por ejemplo, una manzana o naranja medianas que pesan más de 250 g. y tiene un poder saciante mucho más alto, por su importante contenido de fibra e hidratos de carbono simples y complejos.

2.Aguacate
Aunque pueda parecer una verdura, el aguacate realmente es una fruta aunque con un alto contenido en aceites vegetales, calórico y graso. Sin embargo, tampoco debemos pensar que, por ello, debemos eliminarla de nuestra dieta, ya que se ha descubierto que el aceite de aguacate posee propiedades antioxidantes, es rico en grasa vegetal y en vitaminas E, A, B1, B2, B3, ácidos grasos, proteína y minerales.
El aguacate es una de las frutas que menos azúcar contiene y por ello entra a formar parte de preparaciones dulces y saladas y pueden tomarlos también los diabéticos. Sin embargo, es una de las que más grasa lleva, la que más después de las aceitunas, de ahí que su pulpa verdosa se denomine «mantequilla verde». Pero esta grasa además es muy beneficiosa para nuestro organismo ya que está formada por ácidos grasos insaturados que, como los del aceite de oliva, nos ayudan a contrarrestar los efectos perniciosos de las grasas saturadas.

3.Mayonesa
Ese chorrito de mayonesa que inocentemente echamos en la tortilla de patata o en el sandwich vegetal es un complemento delicioso pero prescindible ya que la mayonesa es un alimento muy calórico, incluso en pequeñas cantidades.
La mahonesa es una mezcla de materias grasas (aceite y huevo) con proteínas de origen animal (huevo) , lo que puede ser contraproducente para las personas con problemas de colesterol.

4. Caviar
El caviar es un producto que se elabora a partir de las huevas del esturión y son los esturiones del Mar Caspio los que producen un caviar de mayor calidad y, por tanto, el más caro, ya que una lata de caviar ruso o iraní puede alcanzar cifras astronómicas.
La cantidad de calorías del caviar es de 450 calorías por cada 100 gramos, lo que supone un 9% de la cantidad diaria recomendada, aunque su contribución a la dieta no es significativa dado que el caviar se consume de modo ocasional y cuando se tiene la suerte de degustarlo, se hace en raciones muy pequeñas.

5. Muesli
Aunque la publicidad y su apariencia más pura y natural nos ha hecho creer que el muesli es más ligero que los cereales tostados corrientes, un bol de muesli con leche tiene tantas calorías como uno con cereales de toda la vida, con su azúcar deliciosa. Sin embargo, la realidad es es muy diferente ya que un cereal es más calórico cuanto más denso sea y el muesli es bastante denso.
Casi todos los cereales tienen el mismo número de calorías, es decir, entre 300 y 400 por cada 100 gramos, por lo tanto, en esta partida, muesli y cereales tostados, empatan. Otra cosa es la calidad de las calorías de uno y otro cereal que mueven la balanza en favor del muesli.
6. aceitunas negras
Aunque hay muchas contradicciones en todo lo que se ha publicado sobre el contenido calórico de las aceitunas, ya sean verdes o negras, lo único cierto es que las aceitunas negras tienen más grasas y, por tanto, más calorías que las verdes, porque, con el proceso de maduración, aumenta el nivel de grasas de las aceitunas mientras que, además, disminuyen sus aportes nutricionales beneficiosos.
Su aporte calórico se eleva considerablemente: de 132 calorías por cada 100 gramos de la aceituna verde a las a 350 de la negra.

7. Frutos secos
Con una media de casi 500 kcal/100 g., los frutos secos contienen un gran aporte calórico e hidratos de carbono, por lo que, aunque son muy aconsejables para las personas que realizan esfuerzos físicos prolongados, no son recomendables en las dietas hipocalóricas aunque un puñadito de frutos secos ayuda a disminuir la sensación de apetito ya que estimulan la formación de las hormonas saciantes y controladoras del apetito por el intestino.
Aunque cada tipo de frutos secos tiene características diferentes, sus valores nutricionales son parecidos. Son ricos en fibras y su ingesta produce un tránsito rápido de alimentos por el tracto intestinal previniendo el estreñimiento y otras enfermedades intestinales. Además, la fibra retrasa la absorción de azúcar, lo que permite disponer de la energía progresivamente y durante más tiempo sin que sea convertida a grasas.

8. El gin-tonic
El gin-tonic engorda: como toda bebida alcohólica, por muy fresquita y ligerita que parezca. Aunque, evidentemente, entran en juego muchos factores, como las diferentes marcas, este combinado tiene una considerable aportación calórica: alrededor de 180-200 calorías por una copa de 200 ml., sin contar los posibles complementos que se añaden y que tan de moda se han puesto últimamente.
Sin embargo y por raro que parezca, no es la ginebra lo que más engorda, sino la tónica, ya que a pesar de su amargura tiene unos altos niveles de azúcar que los fabricantes incluyen para contrarrestar precisamente ese amargor.

9.Vino
Según un Informe publicado por el Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer (WCRF), una copa de vino contiene unas 177 calorías de media, lo que equivaldría a tomar dos galletas de chocolate. El alcohol afecta a las calorías del vino más que el azúcar y es el alimento de mayor aporte calórico, con el 10% de las calorías que consumimos, y tiene casi dos veces más hidratos de carbono que de azúcar.
Además, el poseer alcohol etílico el vino posee efectos psicoactivos: en dosis muy moderadas incrementa el apetito y nos lleva a comer más.

10. Galletas saladas
Por su tamaño y apariencia, podamos pensar que no son un alimento muy calórico, sin embargo su bajo contenido de agua y elevados niveles de sal hacen que la cantidad de calorías de las galletas saladas, es de 411 kcal. por cada 100 gramos. El aporte energético de 100 gramos de galletas saladas es aproximadamente un 15% de la cantidad diaria recomendada de calorías que necesita un adulto de mediana edad y de estatura media que realice una actividad física moderada.
Además, las galletitas saladas se elaboran con ingredientes, básicamente carbohidratos refinados, que ofrecen pocas vitaminas y minerales. Su tamaño, la comodidad para poder llevarlas a cualquier parte, su sabor saladito, etc... hacen que conviertan en «un vicio» no muy saludable.

Tomado de ABC.es