México.
Al hablar de vitamina C lo primero que viene a la mente son los cítricos y la prevención de la gripe. Sin embargo, más que evitar resfriados, sus propiedades la hacen esencial para el desarrollo del organismo y el mantenimiento de una buena salud.
Conocida como ácido ascórbico, la vitamina C pertenece al grupo de las hidrosolubles.
Alicia Macías Escoto, médico del deporte y rehabilitación, indica que sus beneficios están relacionados con el sistema inmunológico, la producción de glóbulos blancos, cicatrización de heridas, metabolismo de grasas y desintoxicación del hígado.
También facilita la absorción de otras vitaminas y minerales como hierro y ácido fólico, e interviene en la formación de varios neurotransmisores y hormonas.
Más potencia.
Su poder antioxidante beneficia la producción de colágeno y prevención del envejecimiento prematuro, mientras que su valor anticancerígeno evita la absorción de radicales libres. “Existen estudios que demuestran que la vitamina C contribuye a aminorar los síntomas de la gripa, pero no la previene por completo”, asegura.
Por excelencia los cítricos son considerados fuente rica de vitamina C, pero existen otros alimentos que la poseen en mayor cantidad, como la guayaba.
“Prácticamente todas las frutas y verduras tienen vitamina C, entre más verdes son los vegetales mayor es su concentración de ácido ascórbico”, señala Macías.
Interesante
1. Entre más cantidad de ácido ascórbico se consume, menos propiedades son absorbidas por el organismo.
2. Cuando se cocinan hay que tener cuidado de no sobrecalentarlas porque durante la cocción reduce su aporte de vitamina C.
3. Si la carencia de vitamina C continúa por más de tres meses, entonces se desarrolla escorbuto, causa encías hemorrágicas.
4. Una dieta baja en frutas y verduras ocasiona deficiencia de ácido ascórbico que se refleja en cansancio, fatiga y dolor articular.
