La sed es una mala consejera para el organismo humano durante el invierno ya que tiende a demandar menos líquidos que los que el cuerpo necesita para su buen funcionamiento, alerta el especialista brasileño Antonio Herbert Lancha Júnior, investigador de la Universidad de Sao Paulo.
Pese a que el frío inhibe la sed durante el invierno, estación que en el hemisferio austral comienza el próximo mes, es necesario mantener la hidratación para evitar las enfermedades típicas del período, dijo el especialista en educación física y nutrición.
Efecto
“La no ingestión de líquidos puede elevar la vulnerabilidad del sistema inmunológico y predispone al cuerpo a infecciones oportunistas como la gripe y los resfriados”, afirmó a Efe Lancha, que fue profesor visitante del Human Nutrition Research Center on Aging Tufts University en Massachusetts de Estados Unidos.
Según el profesor de la USP, con temperaturas amenas en invierno, las personas se olvidan de redoblar la atención con la ingestión de líquidos, algo esencial ya que el cuerpo está compuesto en un 60 % de agua y ese contenido tiene que ser renovado permanentemente. EFE