Los confinamientos por la pandemia ha provocado un efecto secundario indeseado: una investigación reciente muestra que más estadounidenses r ecurrieron al tabaco y a la nicotina mientras se enfrentaban al aburrimiento, la ansiedad y las alteraciones de sus rutinas regulares.
Entre abril y mayo de 2020, los autores del estudio realizaron entrevistas telefónicas con adultos de EE. UU. que fumaban cigarrillos o usaban cigarrillos electrónicos.
Durante el periodo de la encuesta, casi un 90 por ciento de los estadounidenses se encontraban bajo alguna forma de cierre estatal. En el momento de la entrevista, todos los encuestados estaban en aislamiento voluntario en casa a menos que tuvieran que salir por motivos esenciales.
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Estrés mental
Casi todos los participantes del estudio reportaron un mayor estrés mental debido a la pandemia (citaron temores por el virus, la incertidumbre laboral y los efectos de salud mental del aislamiento), y el estrés fue el principal motivo de un mayor uso de nicotina y tabaco entre los encuestados.
Una reducción en el uso fue menos común, pero fue más probable que ocurriera entre los consumidores 'sociales' de tabaco, que dijeron que su reducción en el uso se debía a que tenían menos contacto personal con otros durante el confinamiento o al miedo de compartir productos de tabaco/nicotina durante la pandemia.
Los cierres de las tiendas tuvieron distintos impactos en el uso de los cigarrillos y cigarrillos electrónicos. Los cigarrillos están muy disponibles en los negocios esenciales, como en las tiendas de abarrotes y las gasolineras, pero el acceso a los productos de vapeo es más limitado, porque las tiendas de vapeo que los venden se consideraron no esenciales y tuvieron que cerrar, según los investigadores, de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.
Esto hizo que algunos usuarios de cigarrillos electrónicos compraran productos en línea, pero con frecuencia se enfrentaban a largos tiempos de espera. Como resultado, algunas personas que usaban tanto cigarrillos como cigarrillos electrónicos fumaron más, apuntaron los autores del estudio en el informe, que se publicará en la revista International Journal of Drug Policy.
'Las políticas de respuesta a la pandemia que restringen, de forma intencionada o accidental, a unos productos con un riesgo más bajo (mediante la ralentización de la disponibilidad, las cadenas de suministros o incluso los servicios postales), al mismo tiempo que dejan a unos productos más nocivos con una disponibilidad amplia, podrían tener unas consecuencias accidentales que se deben tomar en cuenta durante el desarrollo de las políticas', comentó el autor principal del estudio, Daniel Giovenco, profesor asistente de ciencias sociomédicas.