Escuchar música nueva gratifica al cerebro y no importa si es un tango en la mañana, una sinfonía al atardecer o una noche de rock and roll estridente, según un artículo que publica la revista Science.
El estudio lo llevaron a cabo científicos del Instituto neurológico de Montreal de Canadá y la Universidad de Utrecht en Holanda, entre otros, empleando la imagen funcional por resonancia magnética que capta figuras del cerebro durante la actividad.
Deleite
Otros estudios ya han demostrado que escuchar música afecta e involucra no solo la corteza auditiva del cerebro, sino las regiones de las emociones y los circuitos mesolímbicos vinculados con la gratificación.
Estos circuitos de gratificación refuerzan comportamientos biológicamente adaptativos que incluyen el comer y el sexo y los comparte la mayoría de los vertebrado. La música es una característica distintiva de los humanos.