El gen de las 'pecas' podría hacer que usted parezca más viejo

El gen, conocido como MC1R, ya es bien conocido por su influencia sobre el color de la piel y del pelo

  • 02 may 2016

Estados Unidos

Unas variaciones en un gen en particular podrían ayudar a explicar por qué algunas personas tienen un aspecto más juvenil que otras, afirman unos investigadores.

El gen, conocido como MC1R, ya es bien conocido por su influencia sobre el color de la piel y del pelo. Ciertas variantes del MC1R son más comunes en las personas que son pelirrojas y que tienen piel pálida y pecas, apuntaron los investigadores.

Ahora, un nuevo estudio sugiere que esas mismas variantes afectan a la 'edad percibida', que es la edad que otras personas creen que uno tiene.

Los investigadores encontraron que los adultos mayores que portaban las variantes de 'riesgo' del MC1R por lo general parecían dos años más viejos que sus pares que no portaban ninguna de esas variantes. Y la conexión fue independiente del tono de su piel o de si tenían daño solar visible, como manchas oscuras o arrugas.

En vez de ello, las variantes genéticas se vincularon con señales del envejecimiento distintas de las arrugas, apuntó la doctor Orit Markowitz, directora del programa de lesiones pigmentadas y cáncer de piel del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Las personas podrían creer que las arrugas son la señal característica del envejecimiento, pero los cambios en la 'forma de la cara', como una línea de la mandíbula caída, también son importantes, apuntó Markowitz, que no participó en el estudio.

Dijo que los hallazgos son 'muy interesantes', y que podrían en potencia apuntar a una parte de la 'fuente de la juventud' biológica.

Por supuesto, dijo David Gunn, uno de los investigadores del estudio, no hay un solo gen de la juventud, y muchos factores influyen sobre cómo el aspecto cambia con la edad, que incluyen a los genes y al estilo de vida.

'Esta variante genética en particular solo tiene un efecto pequeño sobre el envejecimiento general de la cara', comentó Gunn, científico principal de Unilever, una compañía de bienes del consumidor con sede en Reino Unido y los Países Bajos.

'Animaría a la gente a enfocarse en su estilo de vida en lugar de preocuparse sobre los genes', dijo Gunn. Esas medidas de estilo de vida incluyen no fumar, evitar la exposición excesiva al sol y comer una dieta saludable, anotó.

Aun así, dijo Gunn, comprender los 'secretos' biológicos de las personas con un aspecto juvenil podría conducir a 'formas innovadoras' de ayudar a ralentizar el proceso del envejecimiento facial.

Para el estudio, el equipo de Gunn analizó el genoma (el ADN completo) de casi 2,700 adultos mayores holandeses, buscando variantes genéticas que se vincularan con la edad percibida de las personas. Un grupo de 'asesores' calificó la edad de cada persona basándose en una imagen facial digital.

Al final, las personas que portaban dos copias de una variante de 'riesgo' del MC1R se veían dos años más viejas, en promedio, que las personas de la misma edad que no portaban ninguna de esas variantes.

Dado que esas mismas variantes son comunes en personas con la piel clara, quizá esa sea la explicación, según Gunn. La piel pálida es más vulnerable al daño solar y a las consecuentes señales de envejecimiento.

Pero su equipo encontró que las variantes del MC1R se vinculaban con un envejecimiento facial acelerado independientemente del tono de la piel o las evidencias de daño solar.

Gunn explicó que aunque las variantes son comunes en las personas con piel clara, las personas con una complexión más oscura también pueden portarlas.

Además, las mutaciones genéticas se vinculan principalmente con las señales de envejecimiento que no son arrugas, como el adelgazamiento de los labios y la caída de la piel que rodea a la mandíbula.

'Esto sugiere que el gen afecta al envejecimiento facial a través de alguna ruta desconocida', planteó Gunn.

El gen MC1R se vincula con otros procesos biológicos, como la reparación del daño en el ADN, apuntó Gunn. Pero no está claro si eso explica la conexión del gen con el envejecimiento facial, dijo.

Dado que todos los participantes del estudio eran adultos mayores blancos, nadie sabe si los hallazgos genéticos serían iguales en otros grupos raciales, o en personas más jóvenes.

Gunn especuló que una persona de 40 años que porte las variantes de 'riesgo' podría verse un poco más vieja, pero probablemente no dos años más vieja.

El estudio aparece en la edición en línea del 28 de abril de la revista Current Biology.