SAN PEDRO SULA.
Existen acciones simples que puede realizar para prevenir o disminuir los molestos síntomas de los problemas gastrointestinales, como reflujo, colitis, dolor y ardor de estómago, aseguran especialistas.
Lo primero que debe aceptar es que, aunque disfrute la comida picante y otros irritantes, como el café, no debe abusar de este tipo de alimentos, señala Gabriela Barrón, cirujana gastrointestinal.
Cuando se consumen en exceso y se mezclan con una mala dieta se produce menos cantidad de moco en la mucosa gástrica, la cual protege el estómago.
'Al disminuir el moco, es más fácil que los ácido de los alimentos tengan contacto con la pared del estómago, se irrita excesivamente y da lugar a la gastritis y a las úlcerase', explica.
| Consuma fibra para mantener su estómago sano.
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Cambios.
Aunque no hay un consenso médico sobre cuánto picante se recomienda consumir, lo ideal es que ningún irritante se ingiera solo, afirma, sino que se acompañe con otros alimentos.
La especialista indica que los irritantes no deben combinarse con alcohol o bebidas con gas. “El gas también irrita y favorece que permanezca mucho tiempo el alimento en el estómago”, detalla.
Recomienda evitar consumir irritantes con comidas altamente grasas, ya que éstas provocan que los alimentos se procesen con mayor lentitud en el organismo.
“Y mientras más tiempo esté la comida en su estómago, más tiempo va a tenerlo trabajando con un producto muy irritante”, expone.
Alimentos.
Para evitar malestares nocturnos y disminuir el riesgo de reflujo, aconseja irse a la cama 60 o 90 minutos después de haber cenado.
Comer cada 3 o 4 horas, sostiene, mejora el metabolismo y previene problemas digestivos e inflamatorios. “Debemos hacer unas cinco comidas al día. Tres en forma, pero no abundantes todas”, subraya.
En cuanto al café, señala que es una de las bebidas más irritantes para las mucosas, tanto la gástrica, como la intestinal y la del colon. También irrita el tracto urinario, por lo que sugiere moderar su consumo.
Vivir frecuentemente estresado repercute de manera negativa en la salud. En ese estado se libera cortisol, hormona que puede afectar el intestino y otros órganos.
