¿Cómo prevenir enfermedades respiratorias durante cambios bruscos de clima?

El clima tiene un impacto directo en nuestra salud, especialmente en nuestro sistema respiratorio.

Desde los cambios estacionales hasta las condiciones climáticas extremas, el clima puede afectar significativamente a las personas con afecciones respiratorias preexistentes y, en algunos casos, incluso causar problemas respiratorios en personas saludables. Veamos cómo y por qué sucede esto:

Cambios Estacionales y la Salud Respiratoria:

Invierno: El frío extremo puede causar constricción de las vías respiratorias, dificultando la respiración en personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, el aire seco del invierno puede irritar las vías respiratorias y provocar tos y sequedad en la garganta.

Verano: El calor y la humedad del verano pueden empeorar las afecciones respiratorias como la EPOC y el asma. Además, los niveles más altos de contaminantes y ozono en el aire durante los días calurosos pueden causar irritación y problemas respiratorios.

El cambio climático, impulsado por la quema de combustibles fósiles, está resultando en un aumento de las temperaturas globales. Esto contribuye a un aumento en los niveles de ozono a nivel del suelo, un contaminante del aire que puede causar inflamación y daño en las vías respiratorias.

Como resultado, se producen problemas respiratorios como asma, bronquitis y otras enfermedades pulmonares. Además, el aumento de las temperaturas puede prolongar las temporadas de alergias, exacerbando los problemas respiratorios para las personas alérgicas.

- Asma: Las partículas finas y la contaminación del aire pueden agravar los síntomas del asma.

- Bronquitis crónica: La presencia de contaminantes en el aire puede empeorar esta afección.

- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): El cambio climático puede afectar la gravedad de la EPOC.

- Infecciones respiratorias: El aumento de patógenos debido a la pérdida de biodiversidad puede propagar enfermedades como la gripe, la bronquitis y la neumonía.

Ventilación e iluminación de los ambientes: Mantén las puertas y ventanas abiertas en casa o en el trabajo. Esto ayuda a reducir la concentración de partículas en suspensión que pueden activar enfermedades respiratorias.

Lavado de manos: Lávate las manos correctamente durante al menos 20 segundos con agua y jabón. Esto reduce el riesgo de contaminación por virus y bacterias.

Alimentación saludable: Incluye alimentos ricos en vitaminas A y C, como hígado, verduras de color amarillo intenso y frutas cítricas. Estos nutrientes fortalecen el sistema inmunológico1.

Abrigo adecuado: Evita cambios bruscos de temperatura. Abrígate bien cuando haga frío y evita exponerte repentinamente a cambios extremos de temperatura2.

Inmunizaciones: Vacúnate contra la influenza y la neumonía para prevenir enfermedades respiratorias1.

Recuerda que estas medidas son especialmente importantes para niños menores de 5 años, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias crónicas1. ¡Cuida tu salud!

Climas Fríos:

Adapta tu cuerpo al frío: Permítele tiempo a tu cuerpo para acostumbrarse a las bajas temperaturas.

Cubre boca y nariz: Usa una bufanda holgada para calentar el aire que respiras.

Evita salir en mala calidad del aire: Consulta el índice de calidad del aire antes de salir.Vacúnate contra la gripe: Habla con tu médico sobre la vacuna.

Vístete en capas: El aire caliente quedará atrapado entre las capas.

Mantén la casa cálida: Asegura una temperatura ambiente agradable.

Climas cálidos

Adapta tu cuerpo al calor: Permítele tiempo para aclimatarse.

Evita el sol en horas de exposición: Busca sombra y permanece en casa en días muy cálidos.

Hidrátate: Lleva agua mineral contigo.

Alimentación saludable: Consume alimentos frescos, frutas y verduras.

Las vacunas han demostrado ser una excelente estrategia para reducir la morbimortalidad en infecciones respiratorias. Algunas recomendaciones y cuidados específicos incluyen:

- Inmunización: Hay enfermedades respiratorias que se pueden prevenir a través de vacunas, como la influenza (único virus respiratorio prevenible) y el neumococo (bacteria prevenible mediante vacuna). Sin embargo, otros virus respiratorios no son prevenibles mediante vacunación2.

- Cuidados médicos: Para las personas con enfermedades respiratorias crónicas, es importante seguir las recomendaciones médicas y no retrasar la vacunación contra la COVID-19. Además, no se debe suspender el tratamiento habitual, a menos que haya una infección activa o agudización.

- Vigilancia epidemiológica: Es fundamental mantener la vigilancia de los agentes inmunoprevenibles para conocer su oscilación temporal, serogrupos, sero y/o genotipos. Esto ayuda a establecer directrices adecuadas de edad y esquemas de vacunación para la población

- Es importante cuidar el planeta y tomar medidas para proteger nuestra salud, como utilizar la bicicleta, hacer ejercicio y evitar el desperdicio de agua.