publicó ABC de España.
El estudio evaluó, durante dos años, a 29 mujeres con obesidad mórbida antes y después de ser operadas. Todas ellas estaban en edad reproductiva. Cada día, los investigadores recogieron muestras diarias de orina en el transcurso de un ciclo menstrual para determinar la frecuencia de la ovulación y la calidad. Comprobaron que no había mejoras significativas.
Las diferencias más notables las encontraron, sin embargo, en el apetito sexual. Todas las mujeres que participaron en el estudio aseguraron que su vida sexual había cambiado a mejor tras la operación, especialmente en lo que se refiere al deseo sexual y a la excitación. Por tanto, si el deseo sexual aumenta, también la frecuencia de la actividad sexual y, así, existe una mayor probabilidad para la concepción.
Mientras que «los efectos de la pérdida de peso en la función reproductiva son muy modestos», explica Legro, se puede decir que «la infertilidad en las mujeres obesas» pude estar relacionada con la «disminución del deseo sexual y las relaciones sexuales».