Guillain-Barré, una de las muchas secuelas en personas con obesidad que contraen covid-19

Crisis epiléptica, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hipertensión
y males cardiovasculares son algunas consecuencias que deja el covid en los obesos

San Pedro Sula, Honduras.

¿Sabía que en el mundo hay cerca de 700 millones de personas viviendo con obesidad? Y ahora la preocupación se ha duplicado porque, además de las más de 20 condiciones crónicas que provoca esta enfermedad, está el coronavirus y sus secuelas.

Karen Funes, especialista en endrocrinología, dice que si una persona obesa contrae covid-19 esto significa un factor de riesgo para la hospitalización, el ingreso en UCI y el desarrollo de consecuencias graves que llevan a la muerte. “Los pacientes con obesidad severa (IMC ≥ 35) requieren con más frecuencia de ventilación mecánica invasiva frente a los pacientes delgados, independientemente de la edad, el sexo y de otras comorbilidades”, comenta.

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Mañana 4 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad, y el panorama no es nada alentador porque el confinamiento ha venido a relajar a las personas.

Honduras sigue siendo el país con mayor índice de obesidad y sobrepeso de Centroamérica y el Caribe, pues el 76.6% de la población tiene sobrepeso u obesidad, según un estudio en 2017 de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obesidad. A nivel global, los números en prevalencia son mayores para mujeres que para los hombres. En nuestro país, el 52% de las damas tiene una de estas condiciones.

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Riesgos

La endocrinóloga dice que entre el 2 y el 5% de quienes son obesos y sufren covid pueden desarrollar una cefalea crónica tras superar la enfermedad.

Asimismo, a consecuencia de la llamada inmunidad cruzada, pueden producirse síndromes de Guillain-Barré o de Miller Fisher, las más frecuentes entre las secuelas graves junto a los ictus.

“El síndrome de Guillain-Barré puede producir al paciente secuelas y dificultarle andar y moverse, ya que afecta el sistema motor y sensitivo, hay pacientes que tardan hasta años en recuperar la capacidad de andar otra vez. En un orden menos frecuente y derivadas de una sintomatología más grave, se sitúan las crisis epilépticas y los déficits neurológicos.

Estos “son debido a la invasión directa del virus del espacio meníngeo, lo que sería una meningitis, o incluso del sistema nervioso central, o de constituir una encefalitis. Afortunadamente es muy poco probable y en la mayoría de los casos no se ha detectado el virus en el líquido cefalorraquídeo.

Debido al fenómeno inflamatorio y la hiperreactividad, los servicios de dermatología han registrado lesiones inflamatorias en la piel conocidas como urticarias.

Relación con la vitamina D

Uno de estos mecanismos de riesgo del covid es la inflamación crónica, originada por el exceso de tejido adiposo en personas con obesidad. La especialista dice que el covid-19 puede exacerbar aún más la inflamación, exponiéndolos a niveles más altos de moléculas inflamatorias circulantes en comparación con los sujetos delgados. Esta inflamación puede producir una disfunción metabólica que puede conducir, entre otras patologías, a dislipidemia, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedad cardiovascular, que también se han considerado factores de riesgo de covid-19.

Otro rasgo común en la obesidad es la deficiencia de vitamina D, que aumenta el riesgo de infecciones sistémicas y perjudica la respuesta inmune.

Por el contrario, la suplementación con vitamina D puede prevenir infecciones respiratorias a través de varias funciones inmunorreguladoras, incluida la disminución de la producción de citoquinas proinflamatorias por parte del sistema inmune innato, lo que reduce el riesgo de una tormenta de citoquinas que provoque neumonía.

La deficiencia de vitamina D podría tener un vínculo entre la obesidad y una mayor susceptibilidad a complicaciones y mortalidad debido al covid-19, según estudios.

Foto: La Prensa



Qué hacer

Víctor Nolasco, gerente médico de obesidad de Novo Nordisk, dice que la depresión y los episodios de ansiedad pueden afectar la calidad de vida de las personas. Al vivir con obesidad o sobrepeso y al estar en cuarentena estas tienen menos acceso a herramientas que ayuden a llevar estas patologías.

“Hay menos actividades al aire libre, menos acceso a consultas con los especialistas de manera presencial, por lo que hay una creciente recomendación a los profesionales de la salud de usar plataformas digitales para mantener las terapias cuando es necesario y se puede hacer”.

Nolasco manifiesta que los niños deben ser evaluados acorde a las curvas de crecimiento para la edad y se deben tomar acciones que mejoren el ambiente sobre el cual el menor está creciendo.

En el hospital Mario Rivas hay programas para mejorar la nutrición. Si usted es una persona con obesidad o sobrepeso, cuídese, busque ayuda médica y psicológica. Cambie sus hábitos alimenticios, haga ejercicio regular y salvará su vida.

Males que provoca

•Enfermedad coronaria
•Diabetes tipo 2
•Cáncer (de endometrio, de mama y de colon)
•Hipertensión (presión arterial alta)
•Dislipidemia (por ejemplo, niveles altos de colesterol total o de triglicéridos)
•Accidente cerebrovascular
•Enfermedad del hígado y de la vesícula
•Apnea del sueño y problemas respiratorios
•Artrosis (la degeneración del cartílago y el hueso subyacente de una articulación)
•Problemas ginecológicos (menstruación anómala, infertilidad).


Póngalo en práctica

-Siga una alimentación sana: Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, cereales, legumbres. Reducir la ingesta de carne, sobre todo la de tipo procesada. Tomar menos grasas y de mejor calidad y dar prioridad al aceite de oliva.

-Cree hábito de desayuno: Tan sólo hay que levantarse diez minutos antes.

-Mantenga un descanso diario de calidad, por lo menos ocho horas diarias

-Elija siempre agua para hidratarse.

-Haga ejercicio de forma regular: La OMS estima que los niños deben dedicarle un mínimo de 60 minutos diarios y los adultos, caminar una media de 30 minutos.

- Evite que los niños pasen tanto tiempo sentados con las nuevas tecnologías. Suelen superarse las tres horas.