¿Quiere tener hijos sanos? Amamántelos desde que nazcan

La OMS recomienda la lactancia desde una hora después de nacidos

San Pedro Sula, Honduras.

El pecho de la madre es el mejor envase que existe: estéril, capaz de dosificar la cantidad exacta que requiere el bebé y a la temperatura óptima”, dice María José Rodríguez, máster en Nutrición y Salud. Pero ¿sabemos la cantidad de beneficios que tiene la lactancia en las madres y sus bebés?

En el hospital Mario Rivas funciona con éxito el programa de la Lactancia Materna desde 1990 y en 2009 nació e l Banco de Leche Humana, con el cual se alimenta a los bebés que están en cuidados intensivos, con desnutrición o que tienen alguna condición que requiere de este saludable alimento.

“Hay voluntarias que vienen a donar su leche. Ha disminuido de 20 a 30 donadoras, ahora llegan unas 15, pero es por la pandemia, no tienen cómo transportarse.



Esa leche se recolecta, selecciona, procesa, para hacer la “pasteurización” que nosotros llamamos, todo con los estrictos controles de higiene y seguridad para ser distribuida entre los niños”, informa Zulema Figueroa, médica salubrista y responsable de ambos programas.

Figueroa, quien ha liderado estos programas por años, expresa: “Se ha comprobado la protección inmunológica que aporta la leche materna porque padecen menos de enfermedades infecciosas como las respiratorias, neumonías, gripe, resfriados, además de infecciones intestinales, diarreas, que son la primera causa de muerte en esta primera etapa de la vida del niño”.

Comenta que la lactancia tiene los nutrientes indispensables porque contiene proteínas, grasas, vitaminas y minerales que la hacen óptima para su nutrición. Asimismo, uno de los beneficios más conocidos de la lactancia es que su leche contiene anticuerpos que ayudan a proteger de virus y bacterias el cuerpo del bebé.

“Es una leche especial para su desarrollo inmunológico, neurológico, a su inteligencia, a su visión, incluso a la misma asimilación, ya que tiene enzimas, sustancias que ayudan a digerir los nutrientes. En hora y media o dos tienen hambre, y no porque la lecha no los llene, sino porque la han digerido sin ningún problema”, expresa la especialista.

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También la leche materna contiene menos insulina, la cual puede acrecentar la producción de grasa, y mayor leptina, hormona que ayuda a regular el apetito.

Salva vidas

La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra todos los años del 1 al 7 de agosto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aumento de la lactancia materna a niveles casi universales podría salvar más de 800,000 vidas al año.

Recomienda la lactancia materna exclusiva desde una hora después del nacimiento hasta los 6 meses de edad. Luego se deben agregar alimentos complementarios nutritivos mientras se continúa amamantando hasta los 2 años o más.

Cuando se amamanta al bebé, la madre podrá examinar mejor su comportamiento.


Beneficios para ellas

Se estima que el aumento de la lactancia materna podría evitar 20,000 muertes maternas al año por cáncer de mama.
“Está estadísticamente comprobado que la lactancia materna protege a la madre del cáncer de mama y de ovario”, dijo Francisco Gómez, especialista en Ginecología.

Amamantar ayuda a mejorar y aumentar la rapidez con la que la mujer se recupera del parto. Reduce la posibilidad de sangrado, a la misma vez que hace que el útero vuelva a su tamaño normal con mayor rapidez y previene la anemia.

Entre sus múltiples beneficios está que reduce el riesgo de padecer hipertensión, tanto de manera inmediata como a futuro. Y una de las recompensas más grandes es un vínculo de confianza y amor entre la madre y el niño o la niña.

En datos

Prevenga
No se ha podido discernir cuál es la causa exacta que provoca el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), pero se puede comprobar que los casos aumentan si no se alimentaba de leche materna

Biberón
Se ha comprobado que los bebés que se alimentan de fórmula o leche ganan mayor peso durante sus primeras semanas de vida, lo que los convierte en propensos a la obesidad.

Evítelos
Que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche,
que no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes.