De cada 100 hondureños, entre 3 y 7 sufren de trastorno bipolar

El cambio de humor excesivo les impide realizar actividades cotidianas

San Pedro Sula, Honduras.

¿Ha conocido a personas que un día están super alegres, al día siguiente tristes, depresivas y hasta con características maniacas y usted se pregunta: “y qué le pasa”?

Según estadísticas, de cada 100 hondureños, entre 3 y 7 sufren el trastorno afectivo bipolar, un padecimiento que surge por igual en hombres y mujeres, y en la actualidad hasta niños son diagnosticados con este mal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que la bipolaridad es una de las principales causas de discapacidad, siendo más prevalente que enfermedades como el sida o la esclerosis múltiple.



“En la manía, la persona puede andar acelerada, muy eufórica, impulsiva, duerme poco, siente mucha energía, se siente capaz de todo, habla rápido, puede haber promiscuidad sexual, irritable, no tiene conciencia de enfermedad, es frecuente que consuma alcohol u otras drogas”, expresa el psiquiatra Bismarck Espinoza.

Períodos que atraviesan

Los bipolares tienen poco control de sus emociones cuando están en crisis. Pueden tener períodos de 6 a 9 meses en el que son funcionales, productivos.

En algunos hay más manía y en otros, depresión. En otros casos, se dan síntomas y signos mixtos. Unos son irritables, desconfiados, conflictivos en la casa, trabajos, con vecinos, etc.

Otros son más depresivos, con pensamientos negativos, tristeza intensa, llanto, poco apetito.
Esto es el trastorno bipolar manía-depresión.

“Siempre deber estar con medicación, con psicoterapia, pero es frecuente que abandonen el tratamiento. Es un desorden químico cerebral, la gente no tiene la culpa de padecerlo, hay factores genéticos”, comenta Espinoza.

Foto: La Prensa



Hereditario

En los pacientes con trastorno bipolar más típicos se encuentra que tienen hasta “un 50% de antecedentes“. El riesgo para un hijo de un paciente con este trastorno está “en torno a un 25% cuando uno de los progenitores es el afectado”.

“En la etapa o fase depresiva, el paciente puede aceptar ayuda; en la manía o alegría anormal no acepta. La familia debe reconocer los dos extremos, manía y depresión; leer, buscar ayuda profesional”, expresa el especialista. Lastimosamente, esta enfermedad no tiene cura, solo tratamiento con medicamentos, psicoterapia personal y familiar, pues indirectamente son afectados.

Se desconocen las causas exactas del trastorno, pero se sabe que son una suma de cambios bioquímicos en el cerebro y acontecimientos estresantes de la vida de la persona.

Hay otra teoría que dice que los primeros episodios se desencadenan por episodios de estrés puntuales; pero que eso deja una especie de “sensibilización” en el cerebro que conlleva a que sea más vulnerable de repetir el proceso ante un nuevo estímulo estresante, hasta que finalmente el cerebro lo hace espontáneamente.

Datos sobre esta enfermedad

Antes se denominaba psicosis maniaco-depresiva. Se refiere a extremos o formas de presentarse. Muchas veces, el diagnóstico se retrasa años.

Se calcula que el 2% de la población mundial, unos 144 millones de personas, sufren de trastorno bipolar, una enfermedad en la que el estado de ánimo varía.

Salen de la realidad y empiezan a vivir en un mundo en el que se sienten omnipotentes, capaces de todo, y esto hace que tengan mucha desinhibición.