28 muertos en la Ebenezer de Chamelecón: así fue la Navidad más triste de Honduras
El 23 de diciembre del 2004 un grupo de mareros disparó sin piedad contra un bus que llevaba 53 pasajeros; seis niños y 22 adultos fueron asesinados
- Actualizado: 20 de diciembre de 2025 a las 12:09 -
El episodio más triste que ha vivido Honduras en una Navidad se registró el 23 de diciembre del 2004. 28 personas que regresaban a sus casas en vísperas de la Nochebuena, fueron acribilladas en Chamelecón, en una historia que parece sacada de una película de terror.
Eran las 7:15 pm, un automóvil con dos hombres armados se le atravesó al autobús en la calle principal de la colonia San Isidro.
Del vehículo se bajó un hombre, que disparó contra la unidad, según declaró el otrora ministro de Seguridad Óscar Álvarez.
Dos individuos más dispararon inicialmente desde atrás del autobús a los pasajeros, la mayoría mujeres y niños.
Después se colocó al lado izquierdo de la unidad y continuó disparando. "Los asesinos huyeron al consumar la masacre", subrayó Álvarez.
"En el interior de la unidad quedaron tiradas gran cantidad de bolsas de plástico y papel en las que los pasajeros llevaban a sus casas regalos y comida para disfrutar la Navidad", afirmó un vocero policial.
16 pasajeros murieron de inmediato en el interior del autobús y los otros doce fallecieron en el hospital Mario Catarino Rivas.
El chofer, Guillermo Salgado, de 21 años, falleció y su cuerpo quedó sobre el volante, al igual que el ayudante Víctor Ramírez.
Los asesinos usaron fusiles automáticos AK-47, que dispararon repetidamente y en forma indiscriminada contra el autobús.
Los matones pegaron un enorme papel en el vidrio delantero del autobús con un mensaje con ofensas contra el presidente de ese tiempo Ricardo Maduro, Porfirio Lobo Sosa, que en esa fecha presidía el Congreso Nacional y contra Óscar Álvarez, que era el ministro de Seguridad.
Lobo Sosa en ese momento era el precandidatos presidenciales del Partido Nacional y en ese momento impulsaba restaurar la pena de muerte para lo que considera "crímenes abominables" a fin de castigar en forma ejemplar a los asesinos, violadores sexuales y secuestradores. En su mensaje, los asesinos se presentan como un grupo revolucionario que se opone a la pena de muerte, abolida en 1957.
La policía arrestó en San Pedro Sula a un sospechoso de la peligrosa Mara Salvatrucha (MS) por guiar un vehículo similar al que participó en el ataque. Le decomisaron una pistola de calibre .38 y numerosas municiones de fusiles M-16 y AK-45.
Un año antes, el congreso había aprobadó en agosto de 2003 una ley que aplicaba penas de hasta 12 años en prisión a los miembros de las pandillas MS y Mara 18, que aterrorizan desde 1990 a la población.
Álvaro Osiris Acosta, quien recientemente fue pedido en extradición por Guatemala, fue señalado de participar en esa masacre.
En su momento, las autoridades hondureñas ofrecieron una recompensa de 50 millones de lempiras por información que llevara a la captura de Álvaro Osiris Acosta, debido a su alto rango dentro de la MS-13, donde es considerado cercano a alias "Porky".
En el lugar donde se registró la masacre se colocó esta placa en honor a las 28 víctimas.