Así es la GBU-57, la bomba de EEUU diseñada para destruir búnkeres nucleares
La poderosa bomba GBU-57 de Estados Unidos es una de las armas que podría alcanzar las plantas nucleares subterráneas de Irán.
- 19 de junio de 2025 a las 00:00 -
El presidente estadounidense, Donald Trump, ya aprobó supuestos planes para atacar a Irán pero aún no ha tomado una decisión final, según diversos medios de EEUU. Una de las opciones de ataque de EEUU podría ser el uso de la bomba '"rompebúnkeres”, una de las más poderosas del arsenal estadounidense.
Se trata de la GBU‑57A/B, mejor conocida como Massive Ordnance Penetrator (MOP), es una bomba guiada por GPS con un peso de unas 30,000 libras, diseñada específicamente para destruir objetivos fortificados como las instalaciones nucleares subterráneas de Irán.
El B‑2 Spirit de la Fuerza Aérea de EEUU es el único bombardero capacitado para transportarla por lo que su uso involucraría directamente a Estados Unidos en el conflicto entre Israel e Irán.
Medios estadounidenses afirman que esta bomba podría utilizarse para atacar la planta nuclear de Fordo, enclavada en instalaciones subterráneas en las montañas de Irán.
Trump está al tanto sobre los riesgos y beneficios de bombardear Fordo, la instalación nuclear más segura de Irán, y considera que neutralizarla es necesario debido al riesgo de que se produzcan armas nucleares, informó este jueves CBS News.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que Trump tomará una decisión sobre el posible ataque contra Irán en las próximas dos semanas.
Trump sigue postergando su decisión a la espera de que Irán acepte abandonar su programa nuclear.
La bomba GBU‑57A/B, ha sido usada contra estructuras subterráneas en Yemen, pero nunca en combate.
Por su enorme peso, esta bomba convencional puede penetrar hasta unos 60 m de hormigón o roca antes de detonar.
Israel comenzó a bombardear Irán en la madrugada del pasado viernes señalando los avances en el programa nuclear de la república islámica y la amenaza que supone para el país su manufactura de misiles balísticos.
Desde entonces, su aviación ha atacado infraestructuras militares (sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos...) y plantas nucleares (Natanz, Isfahán y Fordó), pero también a altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní o científicos nucleares.