Bukele recibió a Rubio en su espectacular mansión frente al lago Coatepeque

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, recibió el lunes al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en su espectacular residencia con vistas al lago Coatepeque, en una clara señal de amistad con el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.

El jefe de la diplomacia estadounidense llegó a la residencia de Bukele a orillas del turístico lago de Coatepeque, en la localidad de El Congo (occidente), donde se reunieron.

Rubio tuvo primero una reunión con Bukele y con la ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill Tinoco, y luego un cara a cara a solas con el mandatario.

Rubio saludó a la primera dama salvadoreña, Gabriela de Bukele, a su llegada a la residencia.

La hija mayor del presidente salvadoreño, Layla, de 5 años de edad, también saludó al jefe de la diplomacia estadounidense.

Aminah, la hija menor de Bukele, fue el centro de atención durante la llegada de Rubio.

Bukele y Rubio salieron a un balcón a observar las vistas del lago frente a la residencia del mandatario y preguntado por la prensa, el presidente salvadoreño anticipó que habría un acuerdo “sin precedentes”.

Bukele y Rubio mostraron una gran sintonía durante su reunión.

El ambiente distendido demostrado ayer fue mucho mayor que lo que se desprendió el domingo de la reunión entre Rubio con el presidente panameño, José Raúl Mulino.

Bukele es, junto al argentino Javier Milei, el mandatario latinoamericano más afín a Donald Trump y, de hecho, fue el primer presidente de la región al que el republicano llamó después de ser investido.

El Salvador fue la segunda parada de la gira de Rubio por Centroamérica, enfocada principalmente en contener la migración que se dirige a Estados Unidos y contrarrestar la influencia de China en la región.

Tras su paso por Panamá y El Salvador, Rubio visitará Costa Rica, Guatemala y República Dominicana.

Tras el encuentro con Rubio, Bukele, aceptó recibir en su megacárcel a migrantes indocumentados detenidos por crímenes graves en Estados Unidos y abrió la puerta incluso a albergar a presos de nacionalidad estadounidense, en un acuerdo calificado por ambas partes como “sin precedentes”.