Su Alteza Real el Príncipe Alwaleed Bin Talal Bin Abdul-Aziz de Arabia Saudita, conocido como el jeque Alwaleed Bin Talal, ostenta el título del árabe más rico y uno de los hombres más poderosos del mundo según la revista 'Forbes'.
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La fortuna del príncipe Alwaleed Bin Talal está valorada en 30.000 millones de dólares, lo que le permite complacer todos sus caprichos, como cubrir un Mercedes SL 600 de diamantes. El auto cuesta unos 4,8 millones de dólares.
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El príncipe saudí también mandó a bañar en oro su avión A-380, y luego, lo presumió al mundo.
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Además de su lujosa colección de 300 autos, el Príncipe Saudí es conocido a nivel mundial por disponer de lo más grande, caro y llamativo que existe.
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Las mujeres hermosas también son su debilidad, aunque recientemente se divorció de su segunda esposa, la bella princesa Ameerah al-Taweel.
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Su Alteza Real nació el 7 de marzo de 1955 es nieto de dos de las figuras más famosas del mundo árabe. El rey Abdul-Aziz Alsaud, fundador y primer rey de Arabia Saudita. Este linaje le abrió las puerta para amasar su fortuna actual.
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El príncipe de Dubái, Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum, mejor conocido como Fazza (“El valiente”), ejemplifica cómo un rico heredero también puede volverse un símbolo sexual.
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El príncipe de 32 años es fanático de las redes sociales, tiene una fortuna de 3.000, millones de dólares, clubes de fans en todo el mundo y ama publicar las fotos de sus exóticas aventuras.
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Otro de los caprichos de Fazza que trascendió en los medios fue la compra de seis autos anfibios al estilo James Bond, diseñados para circular en agua y en arena.
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Hamdan es el dueño del segundo yate de lujo más grande del mundo bautizado como el Dubai. Su costo es de 400 millones de dólares.
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El interior del yate está lleno de excentricidades. Fue ordenado inicialmente para su hermano, el fallecido príncipe Rachid, pero debido a que el trono le fue concedido a Hamdan, el yate también pasó a su nombre.
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Handam también presume sus amistades en Hollywood. Aquí con Will Smith y Tyresse Gibson.
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Y también de sus viajes alrededor del mundo. Como en las cataratas del Niágara.
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Los jeques árabes transportan sus costosos vehículos en helicópteros y aviones hacia sus destinos turísticos favoritos.
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El príncipe saudí Nawaf bin Sultan bin Abdulazis Al-Saud se compró este lujoso apartamento de 3-pisos con impresionantes vistas al Río Hudson en Upper West Side de Nueva York.
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Localizado en el Trump Palace, el lujoso apartamento fue originalmente creado al unir unidades más pequeñas en los pisos cinco, seis y siete del edificio de condominios de 31 pisos. Está valorado en 48 millones de dólares.
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Su real alteza Handam cuenta con una colección de más de 2,000 autos de lujo. En los Emiratos Arabes es común ver los coches bañados en plata, oro o incrustados de diamantes.
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Los jeques también toman tiempo para practicar uno de sus deportes favoritos en los rascacielos de Dubái.
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El príncipe saudí Fahd al-Saud rentó el parque temático de Disneyland París para él y 60 de sus amigos, como fiesta de graduación en su honor. Gastó $19.5 millones por un período de tan sólo tres días, en el Euro Disney Resort.
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Y por supuesto, las mascotas exóticas no podían faltar en las calles de Dubái. Los leones son el símbolo del poder y la opulencia para los millonarios.