Christina Langford, una de las víctimas de la masacre de mormones en México, ha sido calificada de héroe tras revelarse que puso a salvo a su bebé de siete meses antes de ser acribillada por sicarios de un cartel de droga en Chihuahua.
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Faith, la bebé que sobrevivió al ataque, se trasladaba con su madre en una caravana de tres vehículos, todos conducidos por mujeres acompañadas por sus hijos que se dirigían a la comunidad de La Mora en Sonora, cuando fueron emboscadas por criminales en el norte de México.
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Christina, de 31 años, iba al volante del segundo vehículo que fue atacado por supuestos sicarios del cartel del Pacífico y logró lanzar el asiento de coche de su bebé al piso del auto antes de ser asesinada por los criminales.
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La bebé fue encontrada varias horas después por miembros de la Familia LeBarón que buscaban a sus familiares tras el ataque. La menor fue reunida ayer con su padre, Tyler Johnson, quien se encontraba en Nebraska, Estados Unidos.
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La camioneta que conducía Christina presentaba varios impactos de bala en la parte frontal y lateral, informaron las autoridades mexicanas.
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'Faith estaba en su asiento de coche, que parecía haber sido colocado apresuradamente en el piso del vehículo por su madre para que estuviera protegida', informó Kendra Lee Miller, una amiga de la familia, en Facebook.
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La menor se encontraba ilesa y fue trasladada por sus familiares a los Estados Unidos donde fue reunida con su padre.
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'Christina saltó del vehículo pidiendo a los atacantes que no dispararan, que eran mujeres y niños quienes se conducían en los vehículos. Ella dio su vida tratando de salvar a los demás', agregó Kendra.
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Christina estaba a menos de dos semanas de cumplir 32 años. Faith era su única hija. Los otros menores que viajaban con ella en el vehículo estaban a su cuidado en ausencia de sus padres.
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La masacre ha conmocionado a México, donde los ciudadanos exigen al mandatario Andrés Manuel López Obrador reforzar la seguridad tras los últimos hechos violentos perpetrados por grupos criminales en ese país.
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Las autoridades mexicanas informaron que el ataque a la familia LeBarón pudo ser el resultado de 'una confusión' de grupos delictivos que se disputan el control de la región.
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Por decisión de la familia LeBarón, tres adultos y cinco de los menores lesionados fueron trasladados de Sonora a la ciudad estadounidense de Phoenix, en Arizona, apoyados por las fuerzas armadas mexicanas.