La emotiva homilía de Robert Prevost cuando visitó Honduras
Así fue la homilía de Robert Prevost, actual papa electo, durante su visita a Honduras en 2012
- 08 de mayo de 2025 a las 15:36 -

En 2012, Robert Francis Prevost llegó a Honduras siendo el padre general de la orden de San Agustín, con el objetivo de visitar a los agustinos de Centroamérica.

Luis Alonso García, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen de la villa de Cofradía, Cortés, comentó a LA PRENSA que el actual papa León XIV estuvo presente en ese tiempo en la inauguración del convento San Nicolás de Tolentino.

En el convento se conserva la imagen de San Nicolás de Tolentino, santo de la orden de San Agustín, la cual fue bendecida por Prevost.

Durante su visita a Honduras, el actual papa León XIV permaneció en el país por un período de cuatro días.

"Recuerdo su cercanía, su sencillez, es una persona serena con mucha sabiduría", expresó el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen de Cofradía.

Además de ese acto significativo, León XIV compartió con el consejo parroquial, demostrando su cercanía y apertura al diálogo con los líderes de la comunidad.

Su actitud humilde y fraternal dejó una profunda impresión entre los presentes, quienes hoy lo recuerdan como un hombre de fe firme.

Como parte de su visita, también ofició la eucaristía ante los feligreses de Cofradía. En esa ocasión, brindó una homilía que, según García, estuvo llena de fe, sabiduría y esperanza.

Robert Prevost, en su homilía durante, impartió su bendición al pueblo hondureño con estas palabras: “Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y les acompañe”.

Sus palabras tocaron el corazón de los asistentes y siguen siendo recordadas como un mensaje de aliento y compromiso con la misión cristiana.

La elección de Robert Prevost como papa León XIV representa una profunda alegría y motivo de admiración para la Iglesia católica en Honduras.

La felicidad es notable en todos, especialmente para quienes compartieron con él durante su visita de cuatro días a la parroquia de la Villa de Cofradía en 2012.

Su cercanía, sencillez y espiritualidad dejaron una huella imborrable en los fieles hondureños que hoy celebran con emoción su nombramiento como líder de la Iglesia universal.