“Fue abandonada por su padre en un hospital porque no quiso pagar los 1.200 euros que costó su hospitalización. Lo tuvo que hacer el abuelo de María, de casi noventa años, que jamás ha tenido una tarjeta de crédito y que tuvo que usar sus ahorros para ayudar a su nieta”, explicó la abogada de la acusación, Teresa Bueyes.