“Nos hicimos como amigos y Cristiano me invitó a su fiesta privada. Yo sabía qué iba a pasar si iba a su casa. Y mi amiga, que estaba ahí conmigo, me dijo: ‘Aly, no puedes decir que no, por favor’. Le dije a Cristiano: ‘tienes que mandarme a mi casa con un chófer cuando yo diga’. Y él dijo que no había problema’’.