Ganadora de un Óscar a la Mejor actriz por ‘Pena de muerte’, ha protagonizado grandes éxitos en el cine como ‘Thelma y Louise’, ‘El cliente’, ‘Quédate a mi lado’, ‘The Rocky Horror Picture Show’, ‘Las brujas de Eastwick’ o ‘Mujercitas’, por mencionar solo unas pocas.
Susan Sarandon es también una ferviente defensora de la política en Estados Unidos, un país donde mantener una postura socialista, demócrata e igualitaria puede ser todo un desafío. A lo largo de su carrera, ha enfrentado numerosos obstáculos por mantenerse fiel a sus convicciones políticas, económicas y sociales, demostrando una coherencia y valentía admirables.
El activismo de Susan Sarandon ha tenido un impacto significativo en su carrera en Hollywood, tanto positivo como negativo.
Su postura política y su activismo han llevado a que algunas agencias y productores se distancien de ella. Por ejemplo, fue despedida de la United Talent Agency (UTA) debido a sus declaraciones sobre la guerra entre Israel y Palestina.
Sus opiniones y acciones han generado controversias que han afectado su imagen pública. Llamar ‘nazi’ al papa Benedicto XVI y sus comentarios sobre la política de inmigración de Estados Unidos han sido particularmente polémicos.
Su activismo ha influido en los tipos de proyectos en los que participa. Sarandon tiende a elegir roles y películas que reflejan sus valores y preocupaciones sociales, lo que puede limitar sus opciones pero también le permite trabajar en proyectos que le apasionan.
A pesar de las dificultades, su talento y dedicación han sido reconocidos con premios y galardones, como el premio ‘Outstanding Career’ en los Elle Style Awards.
En resumen, aunque su activismo ha presentado desafíos y ha limitado algunas oportunidades en Hollywood, también ha fortalecido su legado como una actriz comprometida y valiente, dispuesta a defender sus creencias a pesar de las consecuencias.
Teme no volver actuar en Hollywood
En una reciente entrevista, la aclamada actriz Susan Sarandon expresó su preocupación sobre cómo su postura política ha afectado su carrera en Hollywood. “Nunca pensé que mis opiniones políticas me perjudicarían profesionalmente”, confesó Sarandon reecientemente. Sin embargo, tras sus comentarios a favor de Palestina en noviembre de 2023, teme que estas opiniones puedan cerrar puertas en la industria cinematográfica.
Sarandon, conocida por su activismo y su franqueza, ha sido siempre una voz fuerte en temas sociales y políticos. Esta franqueza, que alguna vez fue vista como una muestra de autenticidad y valentía, ahora parece ser una espada de doble filo. “Me preocupa no volver a trabajar en una película de Hollywood”, admitió con un tono de incertidumbre.
A pesar de las críticas, Sarandon ha recibido apoyo de diversas comunidades y organizaciones que valoran su compromiso con la justicia social. Su activismo le ha permitido mantenerse relevante y respetada en ciertos círculos.
La actriz relató que las consecuencias de sus declaraciones fueron inmediatas: su agencia de representación la despidió y varios de sus proyectos fueron cancelados. “Me han utilizado como ejemplo de lo que no hay que hacer si quieres seguir trabajando”, comentó Sarandon, reflejando la tensión entre sus convicciones personales y las expectativas profesionales en Hollywood.
A pesar de sus temores, Sarandon sigue firme en sus convicciones. “No puedo cambiar quién soy ni lo que creo”, afirmó. Su declaración resuena con muchos que ven en ella un ejemplo de integridad y coraje. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿podrá Hollywood separar el arte de la política?
Este dilema no es exclusivo de Sarandon. Muchos en la industria enfrentan desafíos similares, navegando entre sus creencias personales y las expectativas profesionales. La situación de Sarandon pone de relieve una tensión creciente en el mundo del entretenimiento, donde la política y el arte a menudo se entrelazan de maneras complejas e impredecibles.
